Aquí estás de nuevo, levantado en mitad de la noche con un dolor de estómago persistente. No tienes hambre, pero comer un bocadillo rápido y tomar un antiácido parece calmar el problema para que puedas volver a dormir.

Aún así, probablemente querrás hablar con tu médico. Es posible que tenga una úlcera en el estómago (úlcera gástrica) o en la parte superior del intestino delgado (duodeno).

Hace tiempo las úlceras se consideraban una enfermedad crónica con la que había que vivir. Hoy en día, la mayoría de las úlceras pépticas pueden curarse en cuestión de semanas. Pero una úlcera no desaparece con un chasquido de dedos. El diagnóstico cuidadoso y el seguimiento de un plan de tratamiento adecuado son cruciales, y es posible que tenga que trabajar con su médico para desarrollar un plan para evitar otra.

Punto de dolor

Hasta hace poco, en 1980, se pensaba que las úlceras pépticas estaban causadas principalmente por factores relacionados con el estilo de vida, como el exceso de estrés o la comida picante. Ahora se sabe que una infección en el revestimiento del estómago causada por la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori) es una causa común.

H. pylori causa úlceras pépticas al dañar el revestimiento tolerante al ácido del interior del estómago o del duodeno. Esto permite que el ácido estomacal llegue a los tejidos más sensibles que se encuentran debajo, lo que provoca más daños e irritación. La infección es común entre los adultos mayores de Estados Unidos, pero la mayoría de las personas infectadas con H. pylori nunca desarrollan una úlcera. No se sabe del todo por qué algunos desarrollan…

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admin

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