Los psicólogos de Sussex analizaron los datos del Estudio Nacional de Desarrollo Infantil, que se estableció en 1958 con una cohorte de más de 18.000 bebés y siguió a los participantes desde el nacimiento hasta la infancia y la edad adulta. Los psicólogos de Sussex descubrieron que la acumulación de síntomas experimentados por los participantes a lo largo de las tres décadas proporcionaba un fuerte indicador de una disminución lineal de la función de la memoria cuando los adultos cumplían cincuenta años.
Descubrieron que un episodio de depresión o ansiedad tenía poco efecto sobre la función de la memoria de los adultos en la mediana edad, independientemente de la década en la que se experimentara, pero que una vez que los episodios aumentaban a dos o tres en el transcurso de las tres décadas, esto predecía una disminución constante de la función de la memoria del participante al llegar a los cincuenta años.
Esto, según los psicólogos del Laboratorio EDGE de la Universidad de Sussex, pone de manifiesto una oportunidad para proteger la función de la memoria en el futuro mediante la promoción de intervenciones de salud mental entre los adultos jóvenes, y piden al gobierno del Reino Unido que invierta en la salud mental de los adultos jóvenes como medida preventiva para proteger la salud cerebral futura de nuestra población que envejece.
La Dra. Darya Gaysina, profesora titular de Psicología en la Universidad de Sussex, dijo: «Descubrimos que cuantos más episodios de depresión experimentan las personas en su edad adulta, mayor es el riesgo de deterioro cognitivo que tienen más adelante. Este hallazgo subraya la importancia de un tratamiento eficaz de la depresión para prevenir el desarrollo de problemas de salud mental recurrentes con resultados negativos a largo plazo.
«Por tanto, nos gustaría que el gobierno invirtiera más en la provisión de salud mental para los adultos jóvenes, no sólo para el beneficio inmediato de los pacientes, sino también para ayudar a proteger su salud cerebral futura».
Además de la memoria, los psicólogos también evaluaron la fluidez verbal, la velocidad de procesamiento de la información y las puntuaciones de precisión de los participantes una vez cumplidos los cincuenta años. Resulta alentador que los episodios de depresión y ansiedad tuvieran poca repercusión en las cuatro últimas áreas de la función cognitiva, pero la pérdida de memoria asociada sugiere que los síntomas depresivos experimentados en los primeros años de la vida adulta podrían predecir la demencia en la edad adulta.
Investigaciones anteriores llevadas a cabo por el laboratorio EDGE de la Universidad de Sussex habían encontrado una relación entre los síntomas depresivos experimentados en la edad adulta avanzada y una tasa más rápida de deterioro cognitivo, pero esta es la primera vez que una muestra tan grande y representativa a nivel nacional del Reino Unido ha sido capaz de hacer este vínculo en las tres primeras décadas de la edad adulta.
La estudiante de doctorado en Psicología de la Universidad de Sussex, Amber John, dijo: «Sabíamos por investigaciones anteriores que los síntomas depresivos experimentados en la mitad de la edad adulta hasta el final de la misma pueden predecir un declive de la función cerebral en la vida posterior, pero nos sorprendió ver con qué claridad los síntomas depresivos persistentes a lo largo de las tres décadas de la edad adulta son un importante predictor de una peor función de la memoria en la mitad de la vida.
«Con la publicación de esta investigación, pedimos al gobierno que invierta en la provisión de salud mental para ayudar a frenar el riesgo de episodios repetidos de depresión y ansiedad. Desde el punto de vista individual, esta investigación debería ser una llamada de atención para hacer lo que se pueda para proteger la salud mental, como mantener relaciones sólidas con los amigos y la familia, hacer ejercicio físico o practicar la meditación de atención plena, todo lo cual se ha demostrado que mejora la salud mental. Y, por supuesto, acude a tu médico de cabecera si crees que necesitas ayuda con la depresión o la ansiedad».
