Veo la agilidad mental como uno de los componentes más críticos del intelecto del líder. Es un pilar sobre el que se asienta la toma de decisiones junto con el buen juicio, la innovación, el tacto interpersonal y, por supuesto, la experiencia. Los líderes deben mantener una conciencia situacional de todos los niveles del problema, ya sea táctico, operativo o estratégico. Y lo que es más importante, saber analizar, priorizar y sacar conclusiones sólidas sólo se consigue con una mente aguda.

La agilidad se define comúnmente como la capacidad de moverse ágilmente con rapidez y facilidad.

La agilidad mental se refiere, pues, a la rapidez y agudeza mental. Los individuos que son mentalmente ágiles suelen mostrar los siguientes atributos:

  1. Se sienten cómodos con lo incómodo.
  2. Encuentran facilidad en la complejidad.
  3. Examinan los problemas con rapidez, pero con cuidado.
  4. En todo el pensamiento, existen en la intersección de las disciplinas a través del efecto Medici.
  5. Explica cuestiones complejas de una manera sencilla para que otros puedan entender.

«La agilidad mental es una flexibilidad de la mente, una capacidad para anticiparse o adaptarse a situaciones inciertas o cambiantes. La agilidad permite pensar en los efectos de segundo y tercer orden cuando las decisiones o acciones actuales no están produciendo los resultados deseados. La agilidad mental proporciona a las organizaciones una adaptabilidad operativa para desarrollar la comprensión de la situación para aprovechar, retener y explotar la iniciativa.» – US Army

Claves del éxito:

  1. Centrarse en el pensamiento inquisitivo y el razonamiento crítico. Esté ansioso por comprender una amplia gama de temas mientras mantiene una mente abierta de múltiples posibilidades antes de llegar a una solución.
  2. El pensamiento crítico sigue estando a la vanguardia de la resolución de problemas. Procure encontrar hechos y pensar en los problemas con aportaciones externas. Esto le permitirá comprender las situaciones cambiantes, llegar a conclusiones justificables, ejercer un buen juicio y aprender de sus experiencias.
  3. Su agilidad mental se basará en la capacidad de aislar rápidamente los problemas y generar una multitud de soluciones interseccionales desde varios puntos de vista. Este enfoque genera iniciativa y le permitirá adaptarse mejor a las situaciones cambiantes.
  4. Por último, infunda agilidad y fomente la iniciativa en quienes le rodean. Hágalo creando un clima que fomente la participación y la confianza. Una de mis creencias fundamentales es que un líder debe saber fracasar pero, lo que es más importante, saber dejar que su gente fracase sin convertirse necesariamente en fracasados. Así ayudará a los demás a crecer y a desarrollar el deseo de tomar la iniciativa y resolver los problemas.

«Llegar a ser ilimitado implica agilidad mental; la capacidad de captar e incorporar rápidamente nuevas ideas y conceptos con confianza.» – Lorii Myers

Mis habilidades más fuertes se basan en la fortaleza mental y la resiliencia. Mi objetivo es mantener un alto nivel de agilidad mental para poder ser un recurso fiable e interfuncional para mi equipo. De este modo, me concentro en tender un puente entre los niveles de liderazgo estratégico, operativo y táctico para desarrollar un equipo fuerte, resistente y fiable.

Mi filosofía de liderazgo

  • Los líderes que llegan al final de su cuerda no tienen más remedio que hacer más cuerda.
  • Los líderes deben tener una visión: ¿Adónde vamos, quiénes nos acompañan, qué hacemos y con qué propósito?
  • Los líderes deben saber fracasar. Y lo que es más importante, los líderes deben permitir que su gente fracase sin convertirse necesariamente en un fracaso.
  • Los líderes nunca sabrán tanto como su gente sobre el terreno; facúlteles para tomar decisiones.

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