En los modelos de comunidad terapéutica para el tratamiento de drogas, la recuperación individual se estructura principalmente en torno a las reuniones de grupo y las influencias positivas de los compañeros. La investigación muestra que los miembros del grupo asocial con comportamientos y actitudes resistentes corren el riesgo de obtener malos resultados en el tratamiento y tienen el potencial de afectar negativamente al grupo terapéutico. Para comprender mejor el papel del cliente asocial en el proceso de tratamiento más amplio, se utilizaron los datos del tratamiento en prisión: (1) para modelar y confirmar una solución de dos factores de asocialidad consistente con la literatura, y (2) para examinar la relación entre los clientes asociales y el compromiso del tratamiento para la validación del modelo de dos factores. El análisis exploratorio dio como resultado una solución de tres factores que representaban las dimensiones de respuesta conductual, distorsión cognitiva y disociación social. El ANOVA anidado (es decir, los clientes anidados dentro de los programas penitenciarios) demostró que los niveles asociales (riesgo bajo, medio y alto) predecían el compromiso con el tratamiento. Además, las comparaciones entre los niveles de riesgo asocial indicaron que los clientes de alto nivel asocial informaron de niveles de compromiso significativamente más bajos en comparación con los clientes de nivel asocial bajo y medio.

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