Bioacumulación
– término general para la acumulación de sustancias, como plaguicidas (el ddt es un ejemplo), metilmercurio u otras sustancias químicas orgánicas en un organismo o parte de un organismo. El proceso de acumulación implica el secuestro biológico de las sustancias que entran en el organismo a través de la respiración, la ingesta de alimentos, el contacto epidérmico (piel) con la sustancia y/o otros medios. El secuestro da lugar a que el organismo tenga una concentración de la sustancia superior a la del entorno del organismo. El nivel de bioacumulación de una determinada sustancia depende de la tasa de absorción, del modo de absorción (a través de las branquias de un pez, ingerida junto con el alimento, en contacto con la epidermis (piel), …), de la rapidez con la que la sustancia se elimina del organismo, de la transformación de la sustancia mediante procesos metabólicos, del contenido en lípidos (grasas) del organismo, de la hidrofobicidad de la sustancia, de los factores ambientales y de otros factores biológicos y físicos. Por regla general, cuanto más hidrofóbica es una sustancia, más probable es que se bioacumule en los organismos, como los peces. Otra forma de decir esto es que la bioacumulación de una sustancia está correlacionada con el coeficiente de partición octanol-agua (KOW) de la sustancia. El aumento de la hidrofobicidad (lipofilia) conduce a una mayor propensión a la bioacumulación. Algunas sustancias no se ajustan a esta relación, como el metilmercurio. El metilmercurio se acumula en los peces en un grado mucho mayor de lo que indicaría el KOW del metilmercurio.
Un término relacionado es la bioconcentración. La bioconcentración difiere de la bIOACUMULACIÓN porque se refiere únicamente a la absorción de sustancias en el organismo a partir del agua. La bioacumulación es el término más general porque incluye todos los medios de absorción en el organismo.
Fuente: http://toxics.usgs.gov

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