Por William R. Beach, MD
El dolor de extremidades y articulaciones puede ocurrir a casi cualquier edad por una serie de razones. Dos de las causas más comunes son la bursitis y la tendinitis. Para entender qué afección puede estar causándole dolor, vamos a examinar las características tanto de la bursitis como de la tendinitis.
- Bursitis y tendinitis: Qué tienen en común
- Bursitis frente a tendinitis: en qué se diferencian
- Bursitis
- Tendinitis
- Bursitis o tendinitis: Diagnóstico de la causa de su dolor
- Tratamiento de la bursitis y la tendinitis
- Aprenda más sobre sus propios síntomas de bursitis o tendinitis programando una cita con un ortopedista en Tuckahoe Orthopaedics hoy mismo.
Bursitis y tendinitis: Qué tienen en común
Dos tipos de inflamación de los tejidos blandos son la bursitis y la tendinitis. La inflamación suele estar causada por un traumatismo, a menudo un pequeño traumatismo repetitivo u ocasionalmente un traumatismo grave importante. Las zonas lesionadas que se ven afectadas tanto por la bursitis como por la tendinitis son las rodillas, los codos, las caderas, los tobillos o las muñecas.
Bursitis frente a tendinitis: en qué se diferencian
Bursitis
En las zonas del cuerpo en las que las estructuras entran en contacto -hueso, músculo y tendón- existen unos sacos llenos de líquido conocidos como bursas que permiten que esas partes se deslicen suavemente unas sobre otras. La bursitis es la inflamación de una de estas bursas. Suele ser el resultado de un uso excesivo de las estructuras en cuestión.
Los tipos más comunes de bursitis son la bursitis prepatelar (rodilla), la bursitis del olécranon (codo) y la bursitis trocantérea (cadera).
Tendinitis
El cuerpo tiene muchas estructuras en forma de cordón llamadas tendones, que conectan los músculos con los huesos para crear movimiento. La tendinitis es la inflamación de uno de estos tendones. La tendinitis es generalmente causada por el uso repetitivo del músculo asociado. A menudo vemos pacientes de edad avanzada que se quejan de tendinitis/dolor.
Los tipos más comunes de tendinitis son la tendinitis del codo de tenista, la tendinitis de Aquiles (talón, pantorrilla) y la tendinitis de la rodilla de saltador.
Bursitis o tendinitis: Diagnóstico de la causa de su dolor
Como con cualquier lesión, su médico comenzará con una historia clínica y un examen físico. Es posible que solicite radiografías para descartar problemas que puedan provenir de sus huesos, como una fractura. Su médico necesita saber dónde y cuándo se produce el dolor para identificar el diagnóstico correcto y crear el plan de tratamiento.
Diagnosticar el problema como bursitis o tendinitis tiene mucho que ver con la localización anatómica de la lesión. Su médico puede determinar cuál es más probable que sea el problema basándose en sus signos y síntomas particulares.
Un líquido significativo en la bursa sugiere bursitis. Por el contrario, la sensibilidad de los tendones es un indicador de tendinitis. La diferenciación entre ambas puede ser más difícil en el hombro, ya que la inflamación de la bursa suele estar asociada a la tendinitis. El estiramiento del músculo puede ayudar a su médico a identificar en qué punto de la amplitud de movimiento se produce la aparición del dolor. Esto ayuda a aislar la causa probable de la lesión. La sensibilidad a la palpación, las pruebas de fuerza y resistencia y las pruebas de estabilidad articular nos ayudarán a identificar el diagnóstico correcto.
Tratamiento de la bursitis y la tendinitis
Tanto para la bursitis como para la tendinitis, el tratamiento suele comenzar con RICE. El RICE (reposo, hielo, compresión y elevación) ayuda a reducir la inflamación, así como la medicación antiinflamatoria no esteroidea. La tendinitis puede ser el resultado de actividades laborales o recreativas repetitivas. Identificar y eliminar esas actividades o movimientos es un elemento clave en el tratamiento de la tendinitis. En el caso de la bursitis, puede prescribirse la aspiración, o el drenaje de líquido, de la bursa, seguido de una inyección de corticosteroides para evitar una mayor inflamación. En raras ocasiones, la bursa puede ser extirpada, ya sea a través de una cirugía artroscópica o abierta.
Para reducir el riesgo de lesiones como la bursitis y la tendinitis, asegúrese de calentar y estirar antes de hacer ejercicio y de usar almohadillas protectoras durante cualquier actividad que usted y su médico hayan identificado como la causa de su lesión.