El mercado de valores afecta a las empresas individuales de una economía de muchas maneras diferentes. En Estados Unidos hay algo menos de 4.000 valores que cotizan en bolsa y que pueden dividirse a grandes rasgos en 11 clasificaciones industriales globales (GICS). Con los movimientos diarios en todos los ámbitos, puede haber una multitud de efectos.

Muchos analistas suelen centrarse en el índice S&P 500 como barómetro del rendimiento del mercado en general y, como tal, como uno de los motores más influyentes. Aquí analizaremos dos de los efectos más básicos para las empresas: 1) el gasto de los consumidores y 2) las operaciones de las empresas.

El mercado de valores y la economía

Definido como el mercado en el que se compran y venden acciones de empresas que cotizan en bolsa, el mercado de valores mide el valor agregado de todas las empresas que cotizan en bolsa. De forma global, puede estar representado por el Wilshire 5000, pero generalmente, la mayoría de los analistas e inversores se centran en el S&P 500. Ambos índices pueden ser herramientas valiosas para calibrar la salud de la economía en general, aunque en ocasiones las acciones pueden ser engañosas.

Típicamente, el mercado de valores y el rendimiento económico están alineados. Así, cuando el mercado de valores tiene un buen rendimiento, suele ser una función de una economía en crecimiento. El crecimiento económico puede medirse de varias maneras, pero una de las más destacadas es el seguimiento del producto interior bruto (PIB).

Imagen de Sabrina Jiang © Investopedia 2020

Cuando el PIB crece, las empresas individuales producen más y suelen expandirse. La expansión de la actividad empresarial suele aumentar las valoraciones y conduce a las ganancias del mercado de valores.

Históricamente, las fuertes caídas del mercado precedieron a la Gran Depresión de la década de 1930, así como a la Gran Recesión de 2007-2009. Sin embargo, algunos desplomes del mercado, el más famoso el lunes negro de 1987, no fueron seguidos de recesiones.

El mercado de valores y el gasto de los consumidores

A menudo, los consumidores gastan más durante los mercados alcistas porque están ganando más por los efectos de una economía fuerte y también se sienten más ricos cuando ven que sus carteras aumentan de valor. Durante los mercados bajistas, la economía no suele ir tan bien y el gasto disminuye. Una caída simultánea del valor de las acciones también genera temor por la pérdida de riqueza y poder adquisitivo, ya que el valor de las inversiones se contrae.

Un mercado de valores en alza suele estar alineado con una economía en crecimiento y conduce a una mayor confianza de los inversores. La confianza de los inversores en las acciones conduce a una mayor actividad de compra que también puede ayudar a impulsar los precios al alza. Cuando las acciones suben, las personas que invierten en los mercados de valores ganan riqueza. Este aumento de la riqueza a menudo conduce a un mayor gasto de los consumidores, ya que éstos compran más bienes y servicios cuando confían en que están en una posición financiera para hacerlo. Cuando los consumidores compran más, las empresas que venden esos bienes y servicios deciden producir más y vender más, cosechando el beneficio en forma de mayores ingresos.

Las pérdidas del mercado de valores erosionan la riqueza tanto en las carteras personales como en las de jubilación. Un consumidor que ve caer el valor de su cartera es probable que gaste menos. Esta reducción del gasto afecta negativamente a las empresas, especialmente a las que venden bienes y servicios no necesarios, como coches de lujo y entretenimiento, de los que los clientes pueden prescindir cuando el dinero es escaso.

El mercado de valores y las operaciones empresariales

Los movimientos del mercado de valores pueden afectar a las empresas de diversas maneras. La subida y bajada del valor de las acciones afecta a la capitalización bursátil de una empresa y, por tanto, a su valor de mercado. Cuanto más alto sea el precio de las acciones, mayor será el valor de mercado de una empresa y viceversa. El valor de mercado de una empresa puede ser importante a la hora de considerar fusiones y/o adquisiciones que impliquen acciones como parte del acuerdo.

Las decisiones de emisión de acciones también pueden verse afectadas por el rendimiento de las mismas. Si una acción va bien, una empresa puede estar más inclinada a emitir más acciones porque cree que puede conseguir más capital con un valor más alto.

El rendimiento del mercado de valores también afecta al coste de capital de una empresa. Las empresas deben promediar los costes de su deuda y de su capital social para llegar a un coste medio ponderado del capital, que se utiliza para muchos escenarios de análisis. Cuanto mayor sea el rendimiento esperado del mercado, mayor será el coste del capital propio. A medida que el coste del capital propio aumenta, los cálculos del valor actual disminuyen porque las empresas deben utilizar una tasa de descuento más alta.

Las empresas también pueden tener importantes inversiones de capital en sus acciones, lo que puede acarrear problemas si éstas caen. Por ejemplo, las empresas pueden tener acciones como equivalentes de efectivo o utilizarlas como respaldo de los fondos de pensiones. En cualquier caso, cuando las acciones caen, su valor disminuye, lo que puede provocar problemas de financiación.

Por último, los aumentos positivos del valor de las acciones también pueden generar potencialmente nuevos intereses para una empresa o un sector concretos. Esto posiblemente puede añadirse al crecimiento de los ingresos por ventas o atraer a los inversores.

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