Sabes que hay un arte para ponerse la ropa. La pregunta es, ¿con qué frecuencia consideras el arte de quitártela? No estamos diciendo que tengas que hacer una producción de desnudarte cada noche, pero hay un poder en dominar el striptease y luego sacar esa herramienta de tu kit en noches como San Valentín, tu aniversario… o el viernes. Le pedimos a Passion, una bailarina del Magic City Strip Club de Atlanta (GQ lo nombró «el club más importante de Estados Unidos»), que nos enseñara.

1) Esto no es un baile erótico: la regla de «no tocar» está vigente. «El striptease tiene que ver con la producción. Es saber lo que él quiere y dárselo poco a poco, hasta el punto de que casi pueda tocarte, pero no del todo».

2) No puedes equivocarte con un slip dress, una gabardina y tacones. Ten en cuenta tu parte del cuerpo más favorecedora -ya sean las piernas, el trasero o los pechos- y ponte un vestido de corte que la resalte. Y no te quedes sin ropa interior debajo: «No quieres que se acabe demasiado pronto; se supone que es una provocación».

3) Prepara el escenario. «La iluminación tenue es imprescindible. Velas, por supuesto. A mí me gusta una bonita luz roja; las puedes encontrar en tiendas de novedades y son las más favorecedoras.»

4) Un striptease no es el momento de ‘Pour Some Sugar On Me’ o ‘Cherry Pie’. Quieres lentitud, quieres sensualidad, quieres algo de R&B de la vieja escuela. Las elecciones de Passion: ‘Dot Com’ de Usher y ‘Skin’ de Rihanna. Alinea tres para estar segura y «para que él siga adivinando cuándo van a terminar las cosas».

5) La práctica hace la perfección. No hace falta que seas tan suave como para que tu S.O. empiece a cuestionar tu historial profesional, pero no está permitido sonrojarse ni reírse. Para entrar en materia, «pon algo de música cuando no haya nadie y simplemente baila frente al espejo, pensando en tus mejores rasgos y en lo que más te gusta de ti.»

6) Esta es la noche. Entra por la puerta, empújalo en una silla y pon las luces y la música. Ponte frente a él cara a cara y comienza a moverte lentamente. Quítate la gabardina (opcional: utiliza el cinturón para atarlo a la silla), luego baja los tirantes del vestido por los hombros y dobla la mitad superior en forma de falda. Juega a mostrar tus pechos sin quitarte el sujetador por completo, luego gira y desengánchalo mientras mantienes tus ojos fijos en los de él. Ahora ponte de lado para conseguir un ángulo de perfil, agáchate muy lentamente y desliza tus bragas hasta el muslo, la rodilla y el tobillo. Revuelve el pelo y ponte de pie lentamente.

7) Tu movimiento final es una frase que incluya una palabra de cuatro letras, y no nos referimos a «amor». Susúrrasela al oído y date una palmadita en la espalda. Lo tienes.

Alexandra TunellEditora Senior de BellezaAlexandra Tunell es la Editora Senior de Belleza Digital en Harper’s BAZAAR, donde escribe artículos de belleza y cubre las noticias de la industria, la salud, el fitness y las tendencias de bienestar.
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