Los perros son especiales. Todos los dueños de perros lo saben. Y la mayoría de los dueños de perros sienten que su perro entiende cada palabra que dicen y cada movimiento que hacen. Las investigaciones realizadas en las dos últimas décadas demuestran que los perros realmente pueden entender la comunicación humana de una manera que ninguna otra especie puede. Pero un nuevo estudio confirma que, si quiere adiestrar a su nuevo cachorro, debe hablarle de una forma determinada para maximizar las posibilidades de que siga lo que le dice.

Ya hay bastantes pruebas de investigación que demuestran que la forma en que nos comunicamos con los perros es diferente de la forma en que nos comunicamos con otros humanos. Cuando hablamos con los perros, utilizamos lo que se llama «discurso dirigido por el perro». Esto significa que cambiamos la estructura de nuestras frases, acortándolas y simplificándolas. También tendemos a hablar con un tono de voz más alto. También lo hacemos cuando no estamos seguros de que nos entiendan o cuando hablamos con bebés muy pequeños.

Un nuevo estudio ha demostrado que utilizamos un tono aún más alto cuando hablamos a los cachorros, y que esta táctica realmente ayuda a los animales a prestar más atención. La investigación, publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B, demostró que hablar a los cachorros utilizando el habla dirigida por el perro les hace reaccionar y atender más a su instructor humano que el habla normal.

Para comprobarlo, los investigadores utilizaron los llamados experimentos de «reproducción». Hicieron grabaciones de humanos repitiendo la frase «¡Hola! ¿Quién es un buen chico? ¡Ven aquí! ¡Buen chico! Sí. ¡Ven aquí pastelito! Qué buen chico!». Cada vez, se pedía al hablante que mirara fotos de cachorros, perros adultos, perros viejos o ninguna foto. El análisis de las grabaciones demostró que los voluntarios cambiaron su forma de hablar a perros de diferentes edades.

Los investigadores reprodujeron las grabaciones a varios cachorros y perros adultos y registraron el comportamiento de los animales como respuesta. Comprobaron que los cachorros respondían con mayor intensidad a las grabaciones realizadas mientras los ponentes miraban imágenes de perros (el discurso dirigido a los perros).

El estudio no comprobó que el mismo efecto se aplicara a los perros adultos. Pero otros estudios que grabaron las reacciones de los perros a la voz humana en interacciones en vivo, incluyendo el trabajo que he realizado, han sugerido que el habla dirigida por el perro puede ser útil para comunicarse con los caninos de cualquier edad.

Siguiendo con el punto

También se ha demostrado (y la mayoría de los dueños de perros lo dirán) que podemos comunicarnos con los perros a través de gestos físicos. A partir de la edad de cachorro, los perros responden a los gestos humanos, como señalar, de una manera que otras especies no pueden. La prueba es muy sencilla. Coloque dos tazas idénticas que cubran pequeños trozos de comida delante de su perro, asegurándose de que no pueda ver la comida y de que no tenga ninguna información sobre el contenido de las tazas. Ahora señale una de las dos tazas mientras establece contacto visual con su perro. Su perro seguirá su gesto hacia la taza que ha señalado y explorará la taza, esperando encontrar algo debajo.

Esto se debe a que su perro entiende que su acción es un intento de comunicación. Esto es fascinante porque ni siquiera los parientes vivos más cercanos de los humanos, los chimpancés, parecen entender que los humanos comunican una intención en esta situación. Tampoco lo hacen los lobos -los parientes vivos más cercanos del perro-, aunque se hayan criado como los perros en un entorno humano.

Esto ha llevado a la idea de que las habilidades y comportamientos de los perros en este ámbito son en realidad adaptaciones al entorno humano. Eso significa que vivir en estrecho contacto con los humanos durante más de 30.000 años ha llevado a los perros a desarrollar habilidades de comunicación que son efectivamente iguales a las de los niños humanos.

Pero hay diferencias significativas en cómo los perros entienden nuestra comunicación y cómo lo hacen los niños. La teoría es que los perros, a diferencia de los niños, ven la señalización humana como una especie de orden suave, que les indica dónde ir, en lugar de una forma de transferir información. En cambio, cuando se señala a un niño, éste pensará que se le está informando de algo.

Esta capacidad de los perros para reconocer «directivas espaciales» sería la adaptación perfecta a la vida con los humanos. Por ejemplo, los perros se han utilizado durante miles de años como una especie de «herramienta social» para ayudar en el pastoreo y la caza, cuando había que guiarlos a gran distancia mediante instrucciones gestuales. Las últimas investigaciones afirman la idea de que los perros no sólo han desarrollado la capacidad de reconocer gestos, sino también una sensibilidad especial a la voz humana que les ayuda a identificar cuándo deben responder a lo que se les dice.

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