La discriminación en el trabajo por motivos de raza es ilegal. Si cree que ha sido discriminado por su raza, tiene derecho a presentar una reclamación contra su empleador. Si gana la reclamación, la empresa puede ser condenada a tomar medidas para arreglar las cosas y/o a pagarle por sus pérdidas, así como a pagarle los costes de la demanda, incluidos los honorarios de su abogado.
Por ejemplo, si no consiguió un ascenso porque su jefe le discriminó por su raza, su empresa puede ser condenada a darle el ascenso y a pagarle los salarios y beneficios atrasados que dejó de percibir al no ser ascendido. También podría recibir el pago de los gastos ocasionados por la discriminación, como las facturas médicas o los costes de búsqueda de un nuevo empleo. En algunos casos, puede recibir un pago por su angustia emocional. Además, se ordenará a la empresa que ponga fin a su discriminación ilegal y que evite que la discriminación vuelva a producirse en la empresa en el futuro.
Hay mucho que ganar al presentar una demanda por discriminación racial. La parte difícil, sin embargo, es demostrar la discriminación, especialmente cuando las personas que le discriminan intentan ocultar lo que están haciendo. Un abogado con experiencia en discriminación laboral sabe cómo encontrar y reunir las pruebas necesarias y utilizarlas para presentar un caso sólido y convincente.
Las pruebas de discriminación racial pueden ser directas o indirectas.
Pruebas directas de discriminación racial en el lugar de trabajo
A veces, hay pruebas directas de discriminación. Por ejemplo, si un ejecutivo de una empresa envía un correo electrónico a los reclutadores de la empresa, diciéndoles que no contraten a personas de una determinada raza para ciertos puestos, eso sería una prueba clara de la intención de la empresa de discriminar. Si tuviera este tipo de pruebas, su caso sería probablemente fácil de probar.
Las pruebas directas, sin embargo, son raras. Las empresas suelen hacer todo lo posible para evitar ser demandadas por discriminación. Los directivos y gerentes suelen saber que no deben discriminar a los trabajadores de forma evidente. Pero la discriminación racial en el trabajo sigue existiendo, por desgracia. Sólo que cuando ocurre, se hace de formas más sutiles.
Pruebas indirectas de discriminación racial en el lugar de trabajo
Incluso cuando no tenga un documento que demuestre la intención de su empleador de discriminar, puede probar la discriminación utilizando pruebas indirectas. Por lo general, usted querrá demostrar que su empleador trata a los trabajadores de manera diferente debido a su raza, y que algunos trabajadores reciben un trato más favorable que otros.
Cuando utilice pruebas indirectas en una demanda por discriminación racial, usted y su empleador pasarán por un proceso de tres pasos:
- Usted presenta un caso prima facie de discriminación.
«Prima facie» significa «a primera vista». Tiene que presentar pruebas indirectas para demostrar que parece que la empresa le discriminó por su raza. Por ejemplo, si usted estaba calificado para un ascenso y solicitó el trabajo, pero no lo obtuvo, y alguien de otra raza obtuvo el ascenso en su lugar, eso podría ser una prueba prima facie de que la empresa lo discriminó por motivos de raza.
- El empleador presenta pruebas de razones no discriminatorias para sus acciones.
Después de que usted presente sus pruebas prima facie, el empleador puede responder mostrando pruebas de que tenía razones legítimas y no discriminatorias para sus acciones. Por ejemplo, el empleador puede alegar que la razón por la que usted no consiguió el ascenso fue que no tenía la experiencia necesaria.
Si el empleador puede convencer al tribunal de que esa fue la verdadera razón por la que no consiguió el ascenso, entonces el empleador ganará el caso. Pero, ¿y si esa no fuera la verdadera razón? ¿Y si el empleador realmente te discriminó, y la razón que dio era sólo una excusa? En el siguiente paso, tendrá la oportunidad de demostrar que el empleador está tratando de ocultar la verdad.
- Presente pruebas que demuestren que la discriminación fue una razón real para las acciones de su empleador.
Para ganar su caso, tendrá que demostrar que la discriminación racial jugó un papel en las acciones de su empleador, a pesar de lo que éste dijo. Normalmente, lo hará demostrando que las razones alegadas por el empresario eran falsas y meros pretextos para ocultar la verdad. Por ejemplo, si el empresario alegó que usted no tenía la experiencia adecuada para conseguir el ascenso que deseaba, puede presentar pruebas que demuestren que en realidad tenía más experiencia relevante que la persona que el empresario acabó contratando para ese puesto.
También puede señalar patrones de discriminación en su empresa que vayan más allá de su propia situación. Dichas pruebas pueden incluir estadísticas que muestren prejuicios raciales en toda la empresa, pruebas de que nunca se ha contratado a nadie de su raza para el puesto que usted quería, o pruebas que demuestren que los directivos hicieron comentarios despectivos sobre las capacidades de las personas de su raza.
Probar un caso de discriminación racial utilizando pruebas indirectas requiere mucha habilidad y experiencia. Es importante contratar a un abogado que tenga un buen historial en este tipo de situaciones.
Podemos ayudar
El equipo de derecho laboral del bufete de abogados Raynes Lawn Hehmeyer ha sido galardonado por su trabajo que sienta precedentes en la lucha por los derechos de los trabajadores que han sido discriminados. Nuestro abogado principal de empleo ganó sus cuatro casos ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, y nuestro equipo tiene un largo historial de éxito en la obtención de justicia para nuestros representados.
Le invitamos a ponerse en contacto con nosotros si cree que su raza fue un factor en cualquiera de estas situaciones: ser despedido, cobrar menos, recibir menos beneficios, ser disciplinado, que se le niegue un aumento de sueldo, ser pasado por alto para una promoción u otra oportunidad, no ser contratado en primer lugar, o ser acosado en el trabajo. Rellene nuestro formulario de contacto, o llámenos al (800) 535-1797, y estaremos encantados de concertar una consulta gratuita y confidencial para saber más sobre lo ocurrido y discutir sus opciones.
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