El Dr. Menachof, MD, FACS ha realizado miles de procedimientos de cirugía plástica facial en más de 20 años de experiencia. Ha sido reconocido como miembro de múltiples academias, nombrado uno de los mejores cirujanos plásticos faciales de Estados Unidos continuamente desde 2003 y aparece en múltiples publicaciones nacionales.

Muchos pacientes consultan a los cirujanos para eliminar o reducir la protuberancia en el caballete de su nariz – la joroba dorsal. Esta protuberancia puede tener un rango de prominencia y puede ser el resultado de múltiples causas. No importa el origen o el tamaño, la giba dorsal puede reducirse con soluciones tanto quirúrgicas como no quirúrgicas.

¿Qué es una giba dorsal?

Una giba dorsal consiste en una mezcla de hueso y cartílago. Cuando los pacientes ven su perfil facial, la joroba dorsal comienza en la parte superior de la nariz, cerca de los ojos, y termina antes de la punta nasal. La mayoría de los pacientes con joroba dorsal desean un puente nasal más plano y suave.

¿Qué causa la joroba dorsal? La mayoría de las jorobas dorsales son hereditarias, por lo que es importante esperar hasta que la nariz esté completamente desarrollada antes de considerar una reducción de la joroba dorsal.

Un impacto en la nariz puede causar una joroba dorsal, incluso si no hay huesos rotos. El cartílago lateral superior y el tabique pueden separarse del hueso y ceder, haciendo que el hueso nasal parezca sobresalir. Después de un traumatismo nasal, si hay una presión en la protuberancia, es más probable que se trate de una hinchazón que de una joroba dorsal permanente. Tras el impacto, asegúrese de poner hielo en la nariz y minimizar el contacto directo. Si sus preocupaciones nasales persisten, póngase en contacto con un cirujano plástico facial certificado: podrá evaluar el daño óseo y cartilaginoso para ver si es permanente.

Reducción de la giba dorsal

El objetivo de este procedimiento es hacer que las líneas estéticas del dorso sean suaves y estén en proporción con el resto de la nariz y la cara del paciente.

Las gibas dorsales pequeñas o grandes pueden reducirse mediante técnicas de rinoplastia cerrada. Los cirujanos evaluarán el tamaño de la giba, la estructura nasal deseada del paciente, la presencia de cartílago y hueso y la longitud de los huesos nasales del paciente. Para reducir una giba dorsal, es importante identificar la causa de la giba porque, en algunos casos, las técnicas no quirúrgicas pueden arreglar la nariz.

Reducción de la giba dorsal antes y después

Si la giba dorsal es pequeña y el paciente tiene una zona de puente de apoyo, entonces limar la giba puede ser la solución para reducir la giba dorsal. Si la giba es más grande y los huesos nasales son más cortos, los cartílagos laterales superiores pueden perder apoyo, lo que puede evitarse con la colocación de injertos de extensión durante la cirugía. Si la giba es reducida y hay una abertura entre los huesos nasales, se pueden realizar osteotomías laterales (fracturas de los huesos nasales) para restablecer el aspecto normal del puente nasal.

Su cirujano será claro con usted antes de la intervención respecto a su posible necesidad de realizar osteotomías. Las osteotomías pueden parecer intimidantes, pero son pequeñas fracturas controladas y curvadas de los huesos nasales. El cirujano determinará si los huesos necesitarán ser osteotomizados o no durante el procedimiento – si los huesos nasales se separan durante la reducción de la joroba dorsal, pueden ser necesarias delicadas osteotomías. Si los huesos nasales se fracturan durante la intervención, pueden aumentar los hematomas y la hinchazón. Tanto si se realizan osteotomías como si no, el dolor debe ser leve y el paciente debe tener un aspecto presentable después de diez días tras la cirugía.

Después de una eliminación de la joroba dorsal, puede haber una hinchazón excesiva en el lugar donde se eliminó la joroba. Esto debería desaparecer durante los primeros tres o cuatro meses después de la cirugía, dependiendo de la cantidad de trabajo que se hizo en la joroba dorsal. Sin embargo, después de una reducción de la joroba dorsal, los hematomas y la hinchazón suelen ser mínimos.

Este procedimiento suele durar una hora y media y su precio varía. Cada persona tiene diferentes necesidades nasales, pero el coste medio de la eliminación de la joroba dorsal es de 4.500 dólares. Consulte a un cirujano plástico facial para evaluar su nariz en persona. Ellos le proporcionarán un tratamiento personalizado para ayudarle a conseguir la estructura nasal deseada.

Eliminación de la joroba dorsal sin cirugía

Los procedimientos no quirúrgicos no son soluciones permanentes para las jorobas dorsales. Los rellenos pueden camuflar las pequeñas protuberancias del dorso, pero no las arreglarán de forma permanente.

Los rellenos se inyectan en la depresión de la joroba de la nariz para hacer que el puente sea más recto. Por esta razón, si la giba dorsal es grande, un relleno inyectable no será la solución adecuada.

Los rellenos deben repetirse a intervalos frecuentes, ya que duran entre seis meses y un par de años. Esta eliminación de la giba dorsal sin cirugía dura menos de 10 minutos y no requiere tiempo de inactividad posterior.

Consulte a un cirujano experimentado sobre sus necesidades nasales. Asegúrese de que entiende el procedimiento de la giba dorsal para asegurarse de que el plan de cirugía le llevará a los resultados esperados.

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