Usando los mensajes «yo» para mejorar la comunicación

La comunicación sana puede ser un reto en todo tipo de relaciones, especialmente cuando una persona está frustrada con el comportamiento de otra. Ya sea para la crianza de los hijos, la amistad o las relaciones románticas, el uso de los mensajes «yo» puede ser una forma eficaz de promover conversaciones constructivas que no causen ira y resentimiento.

¿Qué son los mensajes «yo»?

Estudiados originalmente por el célebre psicólogo Dr. Haim Ginott, los mensajes «yo» están diseñados para ser menos provocativos que los que comienzan con «tú». Esencialmente, el hablante se dirige a un comportamiento indeseable por parte de otro utilizando palabras menos acusadoras y más propensas a promover una respuesta más empática. Por ejemplo:

  • «Nunca escuchas» frente a «Me siento desoído, ¿podemos hablar?»
  • «Nunca ayudas en la casa» vs. «Me siento con exceso de trabajo y agradecería mucho una ayuda extra».
  • «No entiendes cómo me siento» vs. «Me siento incomprendido y eso me hace sentir molesto.

Ya sea un hijo, un compañero de trabajo o una pareja, cuando comenzamos ciertas afirmaciones con «tú», tendemos a poner a las personas en posiciones defensivas. En cambio, los mensajes con «yo» pueden utilizarse para transmitir sentimientos, preocupaciones, necesidades y expectativas sin que la otra persona se sienta atacada.

Cómo crear un mensaje «yo» eficaz

Un mensaje «yo» eficaz pondrá la responsabilidad y el foco en el comunicador en lugar de en el destinatario del mensaje. Dado que es menos probable que se aleje de la otra persona, es mucho más probable que tenga un resultado favorable que conduzca a un mejor entendimiento y a un cambio positivo.

Los mensajes «yo» más eficaces incluyen tres elementos:

  • Cómo me siento respecto a cierto comportamiento
  • Una descripción del comportamiento en cuestión
  • Los efectos tangibles del comportamiento

Así, un ejemplo básico sería algo así:

  • «Siento (exprese su sentimiento) cuando (describa el comportamiento), porque (explique cómo el comportamiento impacta en sus sentimientos o bienestar).

Obviamente, el mensaje puede tener sutiles variaciones basadas en las circunstancias únicas que rodean a una persona o evento. Dicho esto, no debe incluir ninguna frase acusadora que pueda provocar ira, vergüenza o actitud defensiva.

Por ejemplo, considere la siguiente frase: «Me siento molesto cuando sacas malas notas, porque me hace preocupar por tu futuro». Aunque esta frase se ajusta técnicamente al formato básico del mensaje «yo»; también es probable que haga que el receptor se sienta avergonzado, enfadado o a la defensiva.

Si está empezando a experimentar con los mensajes «yo», puede ser útil practicar su conversación de antemano, para estar seguro de que está elaborando mensajes adecuados. Con el tiempo, podrá hablar fácilmente desde la perspectiva del «yo» sin alienar accidentalmente al receptor.

Una calle de doble sentido

Aunque las afirmaciones con el «yo» son una gran forma de transmitir mensajes a los demás, no debemos considerarlas como una estrategia unidireccional. Por lo general, esta técnica de comunicación funciona mejor cuando ambas personas la utilizan. Comprueba si tú y tu pareja podéis aprovechar los mensajes «yo» para comunicaros mejor. También puede enseñar a su hijo a utilizar los mensajes «yo» para comunicar sus sentimientos de forma que no le hagan sentirse frustrado y arremeter contra él.

Por ejemplo, en lugar de decir «déjame en paz» tu hijo podría decir «me siento frustrado y molesto cuando me dices las mismas cosas una y otra vez». Al posicionar las afirmaciones «yo» como una forma más eficaz de que los niños obtengan lo que necesitan y quieren, puede motivarles a comunicarse más eficazmente de forma que no promueva el conflicto.

Nuestros atentos terapeutas pueden ayudarle a usted y a su familia a comunicarse mejor. Póngase en contacto con nosotros hoy mismo.

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