Chamanismo, fenómeno religioso centrado en el chamán, persona de la que se cree que alcanza diversos poderes mediante el trance o la experiencia religiosa extática. Aunque los repertorios de los chamanes varían de una cultura a otra, normalmente se cree que tienen la capacidad de curar a los enfermos, de comunicarse con el otro mundo y, a menudo, de acompañar las almas de los muertos a ese otro mundo.
El término chamanismo proviene de la palabra manchú-tungus šaman. El sustantivo se forma a partir del verbo ša- ‘saber’; así, un chamán es literalmente «alguien que sabe». Los chamanes registrados en las etnografías históricas han incluido a mujeres, hombres y transexuales de todas las edades, desde la mediana infancia.
Como su etimología indica, el término se aplica en el sentido más estricto sólo a los sistemas y fenómenos religiosos de los pueblos del norte de Asia y del Ural-Altaico, como los Khanty y Mansi, los Samoyedos, los Tungus, los Yukaghir, los Chukchi y los Koryak. Sin embargo, el chamanismo también se utiliza de forma más general para describir a los grupos indígenas en los que se combinan funciones como las de curandero, líder religioso, consejero y asesor. En este sentido, los chamanes son particularmente comunes entre otros pueblos del Ártico, los indios americanos, los aborígenes australianos y aquellos grupos africanos, como los san, que conservaron sus culturas tradicionales hasta bien entrado el siglo XX.
Se acepta generalmente que el chamanismo se originó entre las culturas cazadoras y recolectoras, y que persistió en algunas sociedades de pastores y agricultores después de los orígenes de la agricultura. A menudo se encuentra en conjunción con el animismo, un sistema de creencias en el que el mundo es el hogar de una plétora de seres espirituales que pueden ayudar o dificultar los esfuerzos humanos.
Las opiniones difieren en cuanto a si el término chamanismo puede aplicarse a todos los sistemas religiosos en los que se cree que un personaje central tiene una relación directa con el mundo trascendente que le permite actuar como sanador, adivino y similares. Dado que tal interacción se alcanza generalmente a través de un estado extático o de trance, y dado que se trata de fenómenos psicosomáticos que pueden ser provocados en cualquier momento por personas con capacidad para ello, la esencia del chamanismo no reside en el fenómeno general sino en nociones, acciones y objetos específicos relacionados con el trance (véase también alucinación).