Los compuestos higroscópicos son todas aquellas sustancias que atraen el agua en vapor o líquido de su entorno, por lo que su principal aplicación es como desecantes. Muchos reaccionan químicamente con el agua, como los hidruros metálicos o los metales alcalinos. Otros toman como agua de hidratación en su estructura cristalina como el sulfato de sodio. El agua también puede ser adsorbida físicamente. En los dos últimos casos, la retención es de modo reversible y el agua puede ser desorbida. En el primer caso, no se puede recuperar de forma sencilla.
Los materiales delicuescentes son sustancias (en su mayoría sales) que tienen una fuerte afinidad química por la humedad y absorben cantidades relativamente altas de agua si se exponen a la atmósfera, formando un líquido. Tenemos ejemplos de delicuescentes como el cloruro de calcio, el cloruro férrico, el cloruro de magnesio, el cloruro de zinc, el carbonato de potasio, el hidróxido de potasio y el hidróxido de sodio. La presencia de estos compuestos en dilución con agua modifica las propiedades de la misma en relación a su estado puro. Estas modificaciones se denominan propiedades de una solución, constitutivas (viscosidad, densidad, conductividad eléctrica, etc.) y coligativas (disminución de la presión de vapor del disolvente, elevación del punto de ebullición, descenso del punto de congelación y presión osmótica) de especial interés en esta tecnología.
Una de las aplicaciones medias de los compuestos higroscópicos son los ciclos de absorción utilizados para la refrigeración. Estas máquinas comenzaron a comercializarse a principios de los años 50, aunque su principio se conoce desde hace más de cien años. Los ciclos de absorción se basan físicamente en la capacidad de algunas sustancias, como el agua y ciertas sales, de absorber, en fase líquida, los vapores de otras sustancias como el amoníaco y el agua, respectivamente. En este ciclo el agua es el refrigerante y el compuesto higroscópico el absorbente.
Ejemplos de varios compuestos higroscópicos conocidos son:
- Cloruro de sodio (halita) (NaCl).
- Cloruro de calcio (CaCl2).
- Hidróxido de sodio (NaOH).
- Ácido sulfúrico (H2SO4).
- Sulfato de cobre (CuSO4).
- Pentóxido de fósforo (P2O5 o más correctamente P4O10).
- Gel de sílice.
- Sales hidratadas como Na2SO4∙10H2O.
- LiBr (el más utilizado en la actualidad, especialmente en las máquinas de absorción para la generación de frío).
- LiCl.
- Aminas.