Por Jessa Franck, Zookeeper extraordinaire (título no oficial)

En el Zoo de Sacramento tenemos una sección dedicada al interior de Australia. Además de los cucaburras y los boca de rana leonados, hay una amplia exposición que alberga cuatro canguros rojos, tres emús y dos wallabies de Bennett. Esta exhibición está cuidada por los cuidadores de nuestro departamento de cascos. Esta categoría puede hacer que una persona se rasque la cabeza, ¿canguros en el mismo grupo que jirafas y bongos? Al igual que estos animales, los canguros y los ualabíes son herbívoros y se alimentan principalmente de hojas y hierba en la naturaleza.

Los canguros y los ualabíes se alimentan con una dieta base de heno de alfalfa y pellets formulados para macrópodos, palabra que hace referencia a la estructura de sus patas. Los emús reciben cáscara de ostra para fortalecer la cáscara de los huevos y pellets formulados para ratitas, palabra que designa a las aves grandes y no voladoras y que también incluye a los avestruces.

Pero eso es sólo lo normal. Todas las mañanas, un cuidador de cascos saca de la nevera una bandeja con golosinas especiales. En ella hay dos cuencos con un pequeño número de uvas para los emús. El macho come de un cuenco y las hembras comparten el otro. Los emús también reciben regularmente una cabeza de lechuga, que disfrutan picoteando y rodando por el patio. Los canguros y los wallabies reciben remolachas, zanahorias, brócoli, pasas, plátanos y manzanas en pequeñas cantidades cortadas en trozos de tamaño adecuado para espolvorearlas sobre sus pellets. También reciben diferentes verduras como diente de león y lechuga romana. A veces, el cuidador coge trozos de maíz y batata con agujeros circulares y los cuelga en un árbol de la exposición para que los animales los mordisqueen. También se les proporciona a diario ramas frondosas. Algunos ejemplos son la rosa de Sarón, la morera, la fotinia y el árbol del té. Hay una larga lista de ramas no tóxicas entre las que puede elegir el cuidador del zoo.

Los canguros, los ualabíes y los emús saben lo que se avecina cada mañana y suelen acercarse enseguida para ver qué hay de especial en el menú. Esto hace que sea fácil ver de cerca a los animales para comprobar si hay problemas de salud. Además, los macrópodos son crepusculares, lo que significa que son más activos al amanecer y al atardecer. Si un cuidador lleva golosinas en mitad del día, no obtendrá mucha respuesta de los animales. Así que pásate por la mañana si quieres ver a nuestra manada, o grupo de canguros, levantada y comiendo.

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