Un contrato a tanto alzado en la construcción es un tipo de contrato de construcción, a veces denominado de suma estipulada, en el que se cotiza un precio único para todo un proyecto basado en los planos y las especificaciones y que cubre todo el proyecto y el propietario sabe exactamente cuánto costará el trabajo por adelantado. Este tipo de contrato requiere un conjunto completo de planos y especificaciones e incluye todos los costes indirectos más el beneficio, y el contratista recibirá los pagos progresivos cada mes menos la retención. La flexibilidad de este contrato es mínima y los cambios en el diseño o la desviación de los planes originales requerirían una orden de cambio pagada por el propietario. En este contrato el pago se realiza en función del porcentaje de trabajo realizado. El contrato a tanto alzado es diferente del precio máximo garantizado en el sentido de que el contratista es responsable de los costes adicionales más allá del precio acordado, sin embargo, si el precio final es menor que el precio acordado entonces el contratista ganará y se beneficiará de los ahorros.
Hay algunos factores que contribuyen al éxito de la ejecución de un contrato a tanto alzado en un proyecto, tales como la experiencia y la confianza, la capacidad de gestión, la capacidad de comunicación, tener un plan de trabajo claro, una lista adecuada de entregables, la contingencia y la división de la responsabilidad entre el equipo del proyecto.
Según Associated General Contractors of America (AGC), «En un contrato a tanto alzado, el propietario ha asignado esencialmente todo el riesgo al contratista, que a su vez puede pedir un mayor margen de beneficio para hacerse cargo de contingencias imprevistas. En un contrato a tanto alzado, el contratista será responsable de la correcta ejecución del trabajo y aportará sus propios medios y métodos para completarlo»
En los contratos a tanto alzado o de precio fijo, el contratista está evaluando el valor del trabajo según los documentos disponibles. Principalmente estos documentos pueden ser las especificaciones y los dibujos. En la fase previa a la licitación, el contratista evalúa el coste de ejecución del proyecto (basándose en los documentos anteriores, como los planos, las especificaciones, los calendarios, las instrucciones de la licitación y las aclaraciones recibidas por las dudas planteadas). Y en contraste con estos documentos, el contratista evalúa y acuerda con el propietario (o el empleador) la realización de las obras sin exceder el importe a tanto alzado acordado.