AUV significa vehículo submarino autónomo y se conoce comúnmente como vehículo submarino sin tripulación. Los AUV pueden utilizarse para misiones de reconocimiento submarino, como la detección y cartografía de pecios sumergidos, rocas y obstrucciones que pueden suponer un peligro para la navegación de embarcaciones comerciales y de recreo.
Un AUV lleva a cabo su misión de reconocimiento sin la intervención del operador. Cuando una misión se completa, el AUV regresa a una ubicación preprogramada donde los datos pueden ser descargados y procesados.
Un vehículo operado a distancia (ROV) es un robot submarino desocupado que está conectado a un barco mediante una serie de cables. Estos cables transmiten señales de comando y control entre el operador y el ROV, permitiendo la navegación remota del vehículo. Un ROV puede incluir una cámara de vídeo, luces, sistemas de sonar y un brazo articulado. El brazo articulado se utiliza para recuperar objetos pequeños, cortar líneas o fijar ganchos de elevación a objetos más grandes.
Aunque hay muchos usos para los ROV, algunas de las aplicaciones hidrográficas más comunes incluyen la identificación de objetos (para los peligros de la navegación sumergida) y las inspecciones del casco de los buques. Un ROV no pretende sustituir a las investigaciones hidrográficas con buzos, pero podría servir como sustituto si los buzos no están disponibles o la seguridad de los buzos está en duda.
Transcripción de vídeo
Aquí hay dos exploradores oceánicos sin tripulación. Puedes distinguir la diferencia entre ambos? Uno, un AUV o Vehículo Submarino Autónomo, explora las profundidades del océano sin ningún tipo de cable. Los investigadores dejan caer un AUV en el océano y lo recogen en una posición preseleccionada. Al igual que un AUV, un vehículo teledirigido no está tripulado. La diferencia es que un ROV está conectado a un barco mediante cables. Una persona en el barco lo «conduce». Los ROV se utilizan a menudo cuando la inmersión por parte de personas es poco práctica o peligrosa, como cuando se trabaja en aguas profundas o se investigan peligros sumergidos. Los ROV y los AUV llevan equipos como cámaras de vídeo, luces y brazos robóticos para agarrar cosas. Al ir donde los humanos no pueden ir, estos robots submarinos nos ayudan a estudiar el océano de forma segura.