Por Diana Rosenberg, MD
Medicina Familiar, Rush Copley Medical Group
Muchos padres se preocupan ante el primer signo de enfermedad en un niño y buscan atención médica de inmediato. Sus instintos son correctos al querer buscar ayuda, pero puede que no sea necesario correr a la consulta del médico de inmediato cada vez que se presente el signo de una fiebre o un resfriado.
Fiebre
La fiebre es uno de los síntomas más comunes que se comunican a los médicos. Una temperatura de más de 100,5 grados Fahrenheit se considera fiebre. La fiebre es la respuesta del cuerpo a la infección e implica una respuesta inmunitaria saludable. Es importante tener en cuenta que la fiebre en sí misma no es una enfermedad, sino un signo de una afección subyacente.
Según la Academia Americana de Pediatría, debe llamar al médico si la temperatura supera los máximos recomendados para un niño de su edad.
Llame al médico si:
- Un bebé menor de tres meses tiene cualquier tipo de fiebre.
- Un niño de tres a seis meses de edad tiene una temperatura rectal de 101 grados F o más y de seis meses de edad o más con una temperatura rectal de 103 grados F.
- El niño es mayor de tres meses y la fiebre ha durado más de tres días.
Las fiebres de más de 101 grados se controlan más a menudo con paracetamol. La dosis recomendada es de 10 a 15 mg por kg de peso corporal cada cuatro horas. Este medicamento está disponible en forma de gotas para bebés o de líquido para niños. El ibuprofeno es igualmente eficaz para controlar la fiebre y puede administrarse en dosis de 5 a 10 mg por kg de peso corporal cada seis u ocho horas.
Uno de los errores más comunes que cometen los padres es envolver al niño en capas de ropa y mantas. Esto conserva el calor corporal, y debe dejarse que el calor se disipe de la superficie de la piel. Un niño con fiebre debe vestirse con ropa ligera. En caso de temperaturas superiores a los 103 grados, se recomienda pasar una esponja con agua tibia. No utilice agua fría ni alcohol, ya que provoca el estrechamiento de los vasos que llevan la sangre a la piel. Esto hará que el cuerpo retenga el calor en lugar de perderlo.
El resfriado común
El resfriado común se transmite de persona a persona a través de gotitas en el aire que contienen el virus del resfriado o a través de las manos y u objetos contaminados. El resfriado es más contagioso desde un día antes hasta siete días después de la aparición de los síntomas. Un resfriado suele durar de cinco a siete días en un adulto y un poco más en los niños. Desgraciadamente, los niños pequeños se resfrían con frecuencia y a menudo pueden superponerse.
Los síntomas del resfriado tienden a aparecer gradualmente y pueden incluir secreción nasal, congestión, estornudos, disminución del sentido del gusto y del olfato, picor de garganta y tos.
Llame al médico si:
- El niño desarrolla un dolor de oído.
- El niño desarrolla una fiebre de más de 102 grados F.
- El niño se vuelve excepcionalmente somnoliento, malhumorado o inquieto.
- Se produce una erupción cutánea.
- La respiración se vuelve rápida o dificultosa.
- La tos se vuelve persistente o grave.
Además de descansar y tomar muchos líquidos, hay varias cosas que puede hacer para que su hijo esté más cómodo mientras se recupera de un resfriado. Despeje el goteo nasal del niño utilizando un aspirador nasal o coloque un vaporizador en la habitación. Mantenga su cara limpia, ya que pueden producirse infecciones en la cara como resultado de la exposición prolongada a las secreciones nasales.
Consiga la aprobación de su médico antes de administrar cualquier medicamento para el resfriado a un bebé. Los descongestionantes orales tienden a ser ineficaces y pueden provocar taquicardia o insomnio, y los antihistamínicos no son ineficaces. La mejor medicación para los bebés es un jarabe para la tos que contenga dextrometorfano (DM) para tratar una tos frecuente, seca, persistente y no productiva.
Si alguna vez tiene dudas sobre los síntomas o la salud de su hijo, siempre es mejor que llame a su médico.
