Se define como Cristiano a toda persona que siga la religión Cristiana. Esta religión monoteísta se basa en la creencia de un único Dios, el Señor, quien creó al mundo y envío a su único hijo, Cristo, para redimirlo de sus pecados. La religión cristiana comparte este Dios con el Judaísmo, aunque los judíos no aceptan a Cristo como hijo del Señor.
De acuerdo a la traidición cristiana, el hijo del Señor, Cristo, también llamado alternativamente Jesús de Nazareth (su lugar de nacimiento), llegó al mundo para salvar a la raza humana de los pecados cometidos naturalmente por ella. En términos muy generales esto es lo que define esencialmente a un cristiano, junto con las ideas de que Cristo no es sólo el hijo del Señor si no que él también es Dios, que es el Mesías prometido en el Antiguo Testamento, que ha dado su vida por la salvación humana, muriendo crucificado en la cruz y que luego de tres días resucitó de la muerte para ocupar su lugar triunfal al lado de su Padre en el cielo.
Cristiano es entonces aquel que cree en todos estos supuestos y que además debe demostrar su entrega a Jesús a partir de hechos tales como el Bautismo, la Comunión, la Confirmación, el respeto por los Diez Mandamientos y otros que tienen que ver con el comportamiento cotidiano: asistencia a misa, comunión del cuerpo de Jesús, mantenimiento de una vida solidaria y de amor al prójimo.
Hoy en día, el Cristianismo es la religión con mayor número de adherentes, estimándose que supera a nivel mundial los dos billones de creyentes. Dentro de esta religión podemos incluir diferentes ramas que han ido separándose con el tiempo tales como los protestantes, los ortodoxos, los anglicanos, los evangelistas, los testigos de Jehová, los quákeros y otros. Todos ellos, sin embargo, están unidos por la creencia en Jesucristo como único hijo de Dios.