¿Qué es la deuda soberana?

La deuda soberana es la deuda de un gobierno central. Es una deuda emitida por el gobierno nacional en una moneda extranjera para financiar el crecimiento y el desarrollo del país emisor. La estabilidad del gobierno emisor puede venir dada por las calificaciones crediticias soberanas del país, que ayudan a los inversores a sopesar los riesgos a la hora de evaluar las inversiones en deuda soberana.

La deuda soberana también se denomina deuda gubernamental, deuda pública y deuda nacional.

Entender la deuda soberana

La deuda soberana puede ser deuda interna o deuda externa. Si se clasifica como deuda interna, es la deuda contraída con los prestamistas que están dentro del país. Si se clasifica como deuda externa, es la deuda contraída con prestamistas en zonas extranjeras. Otra forma de clasificar la deuda soberana es por la duración hasta el vencimiento del reembolso de la deuda. La deuda clasificada como deuda a corto plazo suele durar menos de un año, mientras que la deuda clasificada como deuda a largo plazo suele durar más de diez años.

Cómo funciona la deuda soberana

La deuda soberana suele crearse tomando prestados bonos y letras del Estado y emitiendo valores. Los países que son menos solventes en comparación con otros piden préstamos directamente a organizaciones mundiales como el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales. Una variación desfavorable de los tipos de cambio y una valoración demasiado optimista de la devolución de los proyectos financiados por la deuda pueden dificultar el reembolso de la deuda soberana por parte de los países. El único recurso del prestamista, que no puede embargar los activos del gobierno, es renegociar las condiciones del préstamo. Los gobiernos evalúan los riesgos que conlleva la asunción de deudas soberanas, ya que los países que no pagan sus deudas soberanas tendrán dificultades para obtener préstamos en el futuro.

Consignas clave

  • La deuda soberana es una deuda emitida por un gobierno central, normalmente en forma de títulos, para financiar diversas iniciativas de desarrollo en un país.
  • El riesgo más importante de la deuda soberana es el riesgo de impago del país emisor. Por esta razón, se considera que los países con economías y sistemas políticos estables tienen menos riesgo de impago en comparación con los países con un historial de inestabilidad.
  • La medición y las calificaciones asignadas a la deuda soberana pueden variar entre las agencias.

Riesgos que conlleva la deuda soberana

Aunque la deuda soberana siempre conllevará un riesgo de impago, prestar dinero a un gobierno nacional en la propia moneda del país se considera una inversión sin riesgo porque, con límites, la deuda puede ser devuelta por el gobierno prestatario mediante el aumento de los impuestos, la reducción del gasto o simplemente imprimiendo más dinero. Además de emitir deuda soberana, los gobiernos pueden financiar sus proyectos creando dinero. Al hacerlo, los gobiernos pueden eliminar la necesidad de pagar intereses. Sin embargo, este método sólo reduce los costes de los intereses del gobierno y puede conducir a la hiperinflación. Por lo tanto, los gobiernos siguen necesitando financiar sus proyectos a través de la ayuda de otros gobiernos.

Medición de la deuda soberana

La medición de la deuda soberana se realiza de forma diferente en cada país. La medición de la deuda soberana depende de quién la realiza y por qué lo hace. Por ejemplo, una calificación realizada por Standard & Poor’s para empresas e inversores sólo mide la deuda prestada por los acreedores comerciales. Esto significa que no incluye el dinero prestado por otros gobiernos, el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales. Al mismo tiempo, la Unión Europea (UE) tiene límites en la cantidad total que un país de la eurozona puede pedir prestado. Esto significa que la UE tiene restricciones más amplias a la hora de medir la deuda soberana. Como tal, la UE incluye la deuda de los gobiernos locales y de los estados.

Ejemplo de deuda soberana

Las calificaciones y el rendimiento de la deuda soberana dependen en gran medida de los sistemas económicos y políticos del país emisor. Por ejemplo, las letras del Tesoro emitidas por el gobierno de Estados Unidos se consideran un refugio seguro en tiempos de turbulencia en los mercados internacionales. Esto ha hecho que varios países extranjeros tengan una parte importante de la deuda estadounidense, sobre todo Japón y China. En el extremo opuesto se encuentra la deuda soberana emitida por países con un gasto despilfarrador y una relación deuda/PIB. La crisis de la deuda de Grecia es un ejemplo de los problemas que pueden surgir en la economía de una nación, si no es capaz de atender los pagos relacionados con su deuda.

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