La carga de enfermedad global de la presión arterial elevada (PA) es asombrosa, representando el 14% de las muertes en todo el mundo (7,6 millones), y un estimado del 10% del gasto sanitario mundial. A pesar de la amplia disponibilidad de fármacos antihipertensivos clínicamente eficaces, las tasas de control de la hipertensión a nivel mundial son escasas, y oscilan entre el 50% en EE.UU. y un 20% en los países europeos y asiáticos.

La fisiopatología exacta de la hipertensión sigue sin estar clara y en la mayoría de los casos no se puede identificar una única causa. Sin embargo, las nuevas investigaciones sobre el impacto de las variantes genéticas comunes en la PA han permitido una comprensión más detallada de los procesos biológicos que subyacen al control de la PA. Una de estas variantes es el polimorfismo 677C→T en el gen que codifica la enzima metabolizadora del folato, la metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR). La frecuencia de esta variante de la enzima es del 10% en todo el mundo, pero oscila entre el 2-32%.

La MTHFR actúa como donante de metilo en la reducción del 5,10-metilentetrahidrofolato a 5-metiltetrahidrofolato, un paso esencial en el metabolismo de la homocisteína. El polimorfismo 677C→T produce una variante de la enzima con una actividad disminuida que da lugar a un metabolismo del folato deteriorado y a un aumento de la homocisteína in vivo, un efecto que se ha comprobado que es especialmente marcado en los individuos con un estado de folato bajo. Los meta-análisis han relacionado la homocigosidad para el polimorfismo (genotipo TT) con un riesgo significativamente mayor tanto de hipertensión como de enfermedad cardiovascular (ECV).

La vitamina B riboflavina, en su forma coenzimática FAD (dinucleótido de flavina adenina) es necesaria como cofactor para la enzima MTHFR. La disminución de la actividad enzimática evidente en los individuos con el genotipo TT se debe a la mayor propensión de la enzima a disociarse de su cofactor FAD. Sin embargo, la administración de suplementos de riboflavina parece estabilizar la variante de la enzima in vivo; los mayores efectos se observan en las personas con el menor nivel de riboflavina. Además, Horigan et al. (2010) informaron de que la elevación de la PA observada en pacientes de alto riesgo de ECV con el genotipo TT (en comparación con los que no tienen el polimorfismo) respondía en gran medida a dosis bajas de riboflavina (1,6 mg/día durante 16 semanas). Un estudio cruzado de seguimiento de 4 años confirmó que la estabilización de la enzima MTHFR defectuosa mediante la administración de suplementos de riboflavina dio lugar a una reducción significativa de la PA en los pacientes de alto riesgo de ECV con el genotipo TT.

Los estudios observacionales han mostrado una asociación significativa entre las concentraciones de homocisteína y la PA; sin embargo, numerosos ensayos de prevención secundaria destinados a reducir el riesgo de reaparición de eventos de ECV demostraron una respuesta escasa o nula de reducción de la PA a la intervención con vitaminas B, a pesar de la marcada reducción de las concentraciones de homocisteína. Sin embargo, ninguno de estos estudios, ni ningún otro, ha examinado la respuesta de la PA al ácido fólico específicamente en individuos con el genotipo TT. Es posible que la administración de suplementos de ácido fólico pueda mostrar beneficios significativos para la presión arterial y, además, la combinación de ácido fólico y riboflavina podría contribuir a efectos adicionales de reducción de la PA en este grupo de individuos hipertensos genéticamente predispuestos. Hasta la fecha, los estudios realizados en este centro se han centrado principalmente en la presión arterial en el consultorio; sin embargo, en los últimos años la presión arterial central y otros marcadores de la salud vascular han surgido como importantes indicadores de pronóstico del riesgo futuro de ECV. Se desconoce el efecto de esta interacción gen-nutriente con respecto a estas nuevas medidas. Si se demuestra, estos hallazgos podrían tener importantes beneficios para la salud pública en la prevención primaria y secundaria de la ECV en individuos hipertensos con riesgo genético, tanto en Irlanda del Norte como en todo el mundo.

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