Aunque los principales acontecimientos de la novela terminan con el asesinato de Gatsby y el suicidio de George, El Gran Gatsby concluye con un capítulo en el que Nick reflexiona sobre las consecuencias de la muerte de Gatsby. Este capítulo final proporciona a Nick más información sobre el misterioso Gatsby y su lucha por ascender en la escala social. Nick conoce al padre de Gatsby, Henry C. Gatz, un anciano «solemne» e «impotente» que creía que su hijo tenía un futuro brillante. El Sr. Gatz también descubre y comparte con Nick los registros de las rutinas de superación personal de Gatsby, diciendo «Jimmy estaba destinado a salir adelante». Además de arrojar luz sobre el carácter de Gatsby, el último capítulo también demuestra lo solo que estaba Gatsby en la vida. Aunque Nick se pone en contacto con muchos de los conocidos de Gatsby mientras organiza el funeral, casi nadie aparece para presentar sus respetos. Daisy, que ha huido con Tom, ni siquiera se molesta en enviar flores o una nota. La única persona que aparece, aparte de Nick y el señor Gatz, es Owl Eyes, que concluye el funeral con unas palabras que resumen la trágica vida de Gatsby: «El pobre hijo de puta».

En las últimas páginas del libro, Nick vincula su historia de Gatsby a la idea del sueño americano, una noción que Nick imagina que nació cuando los marineros holandeses llegaron por primera vez al lugar que se convertiría en Nueva York. Nick recrea el momento histórico del descubrimiento: «Fui consciente de la vieja isla que floreció una vez para los ojos de los marineros holandeses: un pecho fresco y verde del nuevo mundo. Sus árboles desaparecidos, los árboles que habían dado paso a la casa de Gatsby, habían susurrado una vez el último y más grande de los sueños humanos…» Los holandeses despejaron el camino para Gatsby tanto literal como figurativamente. No sólo cortaron los árboles donde más tarde se construiría su casa, sino que al hacerlo también sentaron las bases de un «nuevo mundo» que más tarde se convertiría en los Estados Unidos de América. En opinión de Nick, el momento del descubrimiento inicial fue tal vez «la última vez en la historia» en que los seres humanos se encontraron con algo lo suficientemente expansivo como para igualar su natural «capacidad de asombro». Por lo tanto, el Sueño Americano nació incluso antes de que Estados Unidos naciera.

Nick relaciona el Sueño Americano con el amor de Gatsby por Daisy, en el sentido de que ambos son inalcanzables. Como explica Nick en la última página de la novela, Gatsby pasó años esperando un futuro feliz con Daisy, pero este futuro siempre se alejó en la distancia. Nick afirma que las esperanzas de Gatsby para el futuro eran esquivas porque no se relacionaban con el futuro en absoluto. Por el contrario, estas esperanzas lo llevaban «incesantemente hacia el pasado», de vuelta a ese momento lleno de promesas en el que los marineros holandeses pusieron sus ojos por primera vez en América. Nick lo expresa así: «había recorrido un largo camino hasta llegar a este césped azul, y su sueño debía parecerle tan cercano que difícilmente podía dejar de alcanzarlo. No sabía que ya había quedado atrás». Al final, pues, tanto Gatsby como América son trágicos porque permanecen atrapados en un viejo sueño que no se ha hecho realidad y puede que nunca lo haga.

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