Resumen

Las encuestas realizadas en el marco del programa de Encuestas Demográficas y de Salud (EDS) son una importante fuente de datos sobre la salud de las familias en los países en desarrollo. Tanto a nivel nacional como internacional, las encuestas DHS proporcionan datos muy necesarios sobre la fecundidad y la planificación familiar, sobre la mortalidad y la nutrición, y sobre la utilización de los servicios sanitarios. El uso de instrumentos de encuesta uniformes permite realizar comparaciones internacionales y subnacionales detalladas del estado de salud y la atención sanitaria. También se discuten las limitaciones de las encuestas DHS.

PIP: Las Encuestas Demográficas y de Salud (EDS), financiadas por la USAID, se iniciaron en 1984 como una ampliación de los datos del tipo de la Encuesta Mundial de Fecundidad (CMA). Las EDS recogían información cualitativa sobre salud y nutrición, así como datos de la CMA sobre fecundidad, mortalidad infantil y planificación familiar. Las encuestas DHS utilizaron muestras representativas a nivel nacional de mujeres en edad fértil y, más recientemente, muestras de hombres. Las organizaciones gubernamentales nacionales suelen administrar la encuesta y analizar los resultados. Se adaptó un cuestionario básico a las necesidades especiales de cada país. Se proporcionó una lista de los 44 países que realizaban una EDS con información adicional sobre el año o años más recientes de la encuesta y el número de encuestados. El cuestionario básico incluía preguntas sobre fecundidad y mortalidad, antropometría, planificación familiar, atención a la maternidad, alimentación infantil, vacunación, morbilidad infantil y SIDA. Las encuestas fueron útiles para proporcionar una amplia variedad de indicadores de salud y de servicios sanitarios. Se realizaron comprobaciones continuas de la calidad de los datos con el fin de mejorar los instrumentos, garantizar la formación del personal de campo, utilizar la introducción y edición de datos simultánea y proporcionar información a los entrevistadores durante la administración del instrumento sobre el terreno. Los resultados se publicaron muy rápidamente, y las tabulaciones estuvieron disponibles en un plazo de 2 a 3 meses tras la finalización del trabajo de campo. Las limitaciones incluyeron el sesgo de información y de recuerdo, en particular para la edad u otros datos retrospectivos que dependen del recuerdo de un evento pasado. Las omisiones no se consideraron un problema grave. Los datos a nivel individual requerían una interpretación más cuidadosa. Se prefirió el análisis a nivel de distrito porque se correspondía con los principales niveles del programa de salud. Se requerían muestras de 1000-1500 mujeres para una estimación válida de la fecundidad y la mortalidad infantil. La ampliación se consideró improbable debido a la longitud actual del cuestionario. Se consideró la posibilidad de incluir módulos complementarios o de incluir pruebas de saliva o de sangre para detectar el SIDA. Los países que adopten los objetivos sanitarios de la Cumbre Mundial en favor de la Infancia podrían utilizar las EDS para obtener información de base.

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