Cambios con los que puede vivir
Puede perder peso con prácticamente cualquier dieta. Pero para enviar esos kilos de más sin un billete de ida y vuelta, debe encontrar estrategias saludables que pueda mantener para siempre.
La razón por la que llamamos al componente alimentario del programa de la Clínica de Pérdida de Peso un «plan de alimentación» es porque no es una dieta. Una dieta es algo que se puede hacer y dejar; un plan de alimentación es para toda la vida.
Adoptar un nuevo estilo de vida significa encontrar los comportamientos y actitudes que le llevaron a ganar peso y, una vez que haya descubierto sus malos hábitos, cambiarlos gradualmente por patrones más saludables.
Por ejemplo, ¿es usted miembro del «club del plato limpio»? ¿Consume sin pensar la comida en un tiempo récord? ¿Come delante de la televisión? ¿Siempre está comiendo o bebiendo algo?
Empiece a adoptar comportamientos más saludables como dejar unos pocos bocados de comida en su plato en cada comida, ir más despacio y saborear cada bocado, eliminar las interrupciones en sus comidas y llenar su tiempo libre con actividades distintas a comer.
O sus propios «comportamientos mejores» podrían incluir el uso de un podómetro y caminar entre 5.000 y 10.000 pasos cada día; cambiar a productos alimenticios sin grasa o ligeros; renunciar a los alimentos fritos; empezar cada día con un desayuno nutritivo… las opciones son infinitas. El truco está en encontrar cambios que le resulten fáciles de incorporar a su vida. Y cuando se hace algo repetidamente, pronto se convierte en algo automático.
Por lo tanto, establezca «objetivos de proceso» (como comer cinco raciones de verduras cada día o dar 10.000 pasos tres días seguidos) en lugar de «objetivos de resultado» (como perder 30 libras). Los objetivos de proceso son la clave para cambiar los comportamientos, y eso es lo que en última instancia conducirá a una pérdida de peso permanente. Además, un estilo de vida más saludable es más importante a largo plazo que el número de kilos que se pierden.