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Como estudiante de secundaria, Christopher Gray solicitó cientos de becas. Como estudiante de secundaria sin hogar, hizo todo ese trabajo -escribir ensayos y buscar pistas en línea- con su teléfono móvil y los ordenadores compartidos de una biblioteca pública en su ciudad natal de Alabama.
Fue un ajetreo de siete meses que le hizo ganar 1,3 millones de dólares en becas. Y aunque él no lo sabía en ese momento, fue un viaje que también lo llevaría a una carrera.
Gray quería tomar un proceso tedioso que hace más difícil que los estudiantes puedan pagar la universidad y simplificarlo. Cuando aún era estudiante de la Universidad de Drexel, cofundó Scholly, un motor de búsqueda de becas diseñado para funcionar en un teléfono móvil, aunque también se puede utilizar en un ordenador de sobremesa. Cada año, las becas privadas de empresas y comunidades locales no se conceden, debido en parte a la falta de candidatos cualificados. Gray quería cambiar eso.
Hay muchos motores de búsqueda de becas desde hace tiempo. Pero todos ellos están diseñados para ofrecerte una lista única y estática de los premios a los que puedes optar. Scholly, en cambio, actualiza constantemente su base de datos de miles de premios, y los usuarios reciben una notificación cada vez que se añade uno nuevo que se ajusta a su perfil. También cuenta con una herramienta de edición que puede corregir los ensayos y las declaraciones personales.
En los cuatro años transcurridos desde el lanzamiento de la aplicación, Scholly ha ayudado a los estudiantes a ganar 70 millones de dólares para pagar la universidad. ¿Y ese gran bote de dinero para becas no utilizado? Gray dice que hay algunos programas con becas que le dicen que antes de la creación de Scholly recibían pocas o ninguna solicitud.
Gray utilizó unos 300.000 dólares del dinero de la beca que ganó para su licenciatura. Dice que todavía puede utilizar el resto, en caso de que quiera volver para obtener un título de posgrado. Pero Scholly le mantiene ocupado.
Ahora, con 27 años, Gray quiere ampliar la empresa hasta convertirla en una amplia herramienta que apoye a los estudiantes durante años, desde la preparación para la universidad hasta el pago de la misma y el éxito en el campus.
Esa iniciativa comienza en mayo, con la introducción de un programa de tutoría en línea que puede guiar a los estudiantes paso a paso a través de problemas de matemáticas después de que suban una foto del problema.
«Tengo una perspectiva única, y porque estoy en la parte superior de mi organización, puedo asegurar que cada producto, cada diseño, todo lo que hacemos refleja el acceso y la oportunidad para todos», dice Gray.
Su objetivo, dice, es convertirse en un negocio del estilo de Amazon Prime o Netflix para la educación, aprovechando la tecnología para ofrecer productos que cuestan más individualmente que agrupados por una baja cuota mensual.
Una sesión de una hora en persona con un tutor de matemáticas, por ejemplo, cuesta una media de 60 dólares, dice. Grammarly, una popular herramienta web que corrige la escritura, cuesta 30 dólares por una suscripción mensual. El paquete de productos de Scholly cuesta 4,99 dólares al mes.
«Muchos estudiantes simplemente no tienen acceso a esos recursos, y no pueden permitirse esos recursos», dice.
Aquí están los cuatro principales consejos de Gray para las becas.
Conócete a ti mismo
Solicita becas que se adapten a tus características personales. Esas probablemente tendrán menos solicitantes, dice Gray. Hay becas dirigidas a todo tipo de estudiantes: por intereses académicos, por aficiones, incluso por el color de tu pelo o por tu estatura -como una beca ofrecida por la Tall Clubs International Foundation, abierta sólo a mujeres que midan 1,50 metros o más, o a hombres que midan más de 1,80 metros-.
No dejes de solicitarlas
Muchos estudiantes no se dan cuenta de que hay becas disponibles para los actuales estudiantes universitarios y de posgrado, no sólo para los estudiantes de último año de secundaria que se matriculan el siguiente otoño. Scholly es la única plataforma de becas que ayuda a los estudiantes a continuar su búsqueda mientras están matriculados, y ahora la mayoría de los usuarios de Scholly son estudiantes universitarios actuales.
Optimiza tu tiempo
Cuando Gray estaba aplicando, encontró un truco útil: Reciclar tantos ensayos como sea posible. Muchas becas tienen preguntas similares, y aunque es probable que tengas que ajustar los ensayos para cada solicitud, puedes ahorrar tiempo elaborando un puñado de ensayos fuertes sobre los que basarte.
Cada premio cuenta
No ignores las becas más pequeñas, aconseja Gray. Los estudiantes a veces ven las becas completas o de 10.000 dólares y se centran exclusivamente en ellas. Pero esas son las solicitudes más exigentes, y también son generalmente búsquedas a nivel nacional con enormes grupos de solicitantes. Los premios más pequeños suelen tener menos competencia, y si se ganan varios, pueden sumar una cantidad significativa.
Esta historia ha sido actualizada para incluir una descripción corregida de las herramientas de Scholly, que incluyen una plataforma de edición para corregir los ensayos de los usuarios.
Jessica Lee colaboró en la redacción de este artículo.
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