Zumo de pomelo

Al igual que otros cítricos, aunque es ácido antes de su consumo, el pomelo se vuelve alcalino una vez en el estómago. Según el Medical Medium, es mejor tomar las frutas y los zumos con el estómago vacío.

Beba el zumo de un pomelo a primera hora de la mañana, y espere media hora antes de consumir otros alimentos. Los pomelos son una gran fuente de vitamina C, una vitamina hidrosoluble importante para la reparación celular.

Agua alcalina pura

El agua puede ser alcalina o ácida. Asegúrese de que está bebiendo agua alcalina, buscando un pH de más de 7,5. Si no está seguro, añada un limón o un pepino o un chorrito de bicarbonato de sodio para alcalinizarla.

Beba a sorbos durante todo el día. Recuerde, sin embargo, que los limones son ácidos en la boca, así que si toma mucha agua con limón, asegúrese de proteger el esmalte de los dientes mediante el cepillado regular y el oil pulling.

Una agua alcalina fácil de conseguir es Volvic, que marca 7,07 o Acqua Panna, que es aún más alcalina, con 8,2.

Agua tibia con limón y miel

¿Suele empezar su día con un café con leche ácido? Prueba a prescindir de Starbucks durante una semana y verás cómo te sientes. Un gran sustituto del café o el té es el limón orgánico con miel cruda, tomado caliente.

La miel es el único alimento que nunca se descompone. El limón es un alcalinizante natural. Tome su agua de miel y limón tibia (no caliente), para conservar las propiedades de la miel cruda. Elija la miel cruda que haya sido recolectada sin exponerla a altas temperaturas, que pueden acabar con las funciones antibacterianas de la miel. Tomada con el estómago vacío, es una forma fantástica de limpiar el cuerpo después de una noche de ayuno, creando un ambiente alcalino.

Jugo con Apio

Puede que el apio no esté en tu mente para un jugo a primera hora de la mañana. Sin embargo, es exactamente lo que recomienda Anthony William, el médium médico.

Consumir apio es la forma más potente de alcalinizar el intestino. Eso es en parte porque el apio (que es técnicamente una hierba, no una verdura) tiene un alto contenido de sodio bioactivo. Se trata de variedades de sodio y otros oligoelementos (más de 60) que están presentes en el apio y que trabajan de forma simbiótica y sistemática entre sí y con el sodio regular del apio para elevar el pH de su cuerpo y eliminar los ácidos tóxicos de todos los rincones de su cuerpo, incluido el intestino. Este proceso es ideal para limpiar y reparar los revestimientos intestinales.

Anthony William1

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