Expansión, en economía, tendencia al alza en el ciclo económico, caracterizada por un aumento de la producción y el empleo, que a su vez provoca un aumento de los ingresos y el gasto de los hogares y las empresas. Aunque no todos los hogares y empresas experimentan aumentos de ingresos, su mayor confianza en el futuro durante una expansión les impulsa a realizar mayores compras e inversiones.
Durante una expansión económica, los aumentos de la producción son principalmente el resultado de los aumentos en las compras de bienes duraderos por parte de los consumidores y de maquinaria y equipos por parte de las empresas. La confianza de los consumidores y de las empresas alimenta la demanda de productos y servicios. A medida que aumenta la demanda, las empresas aumentan sus existencias para asegurarse de que podrán hacer frente a los nuevos pedidos. La decisión de aumentar los inventarios suele tener un impacto adicional en el volumen de producción, más allá del aumento de las ventas reales.
El que una expansión sea sostenible durante un largo periodo de tiempo depende de una serie de factores. Entre ellos se encuentran el alcance y la calidad del crédito proporcionado por los bancos y otros intermediarios financieros, la existencia de políticas monetarias y fiscales apropiadas para apoyar la tendencia al alza, la capacidad de producción total en todas las industrias y la parte de la misma que se ha utilizado, y los factores externos que podrían influir en los precios de la energía u otros componentes de la producción.
