En la Saga islandesa Volsunga (finales del siglo XIII), Fáfnir es un enano de brazo poderoso y alma intrépida. Guarda la casa de su padre de oro reluciente y gemas relucientes. Es el más fuerte y agresivo de los tres hermanos.
Regin cuenta a Sigurd cómo Odín, Loki y Hœnir estaban de viaje cuando se encontraron con Ótr, que tenía la apariencia de una nutria durante el día. Loki mató a la nutria con una piedra y los tres Æsir desollaron su captura. Los dioses acudieron a la morada de Hreidmar esa noche y se alegraron de mostrar la piel de la nutria. Hreidmar y sus dos hijos restantes apresaron entonces a los dioses y los mantuvieron cautivos mientras Loki debía reunir el rescate, que consistía en rellenar la piel de la nutria con oro y cubrir su exterior con oro rojo. Loki cumplió con la tarea reuniendo el oro maldito de Andvari, así como el anillo, Andvaranaut, ambos fueron señalados a Loki como objetos que provocarían la muerte de quien los poseyera. Fáfnir mató entonces a Hreidmar para conseguir todo el oro para él. Se volvió malhumorado y codicioso y se aventuró en el desierto para quedarse con su fortuna. Se convirtió en una serpiente o dragón para guardar su tesoro. Fáfnir insufló veneno en la tierra que le rodeaba para que nadie se acercara a él y a su tesoro, sembrando el terror en los corazones de la gente.
Regin tramó una venganza para poder conseguir el tesoro y envió a su hijo adoptivo Sigurd a matar al dragón. Regin ordenó a Sigurd que cavara una fosa en la que pudiera acechar bajo el sendero que Fáfnir utilizaba para llegar a un arroyo y allí hundir su espada, Gram, en el corazón de Fafnir mientras éste se arrastraba por la fosa hasta el agua. Regin entonces huyó atemorizado, dejando a Sigurd en la tarea. Mientras Sigurd cavaba, Odín apareció en la forma de un anciano de larga barba, aconsejando al guerrero que cavara más zanjas para que la sangre de Fafnir corriera, presumiblemente para que Sigurd no se ahogara en la sangre. La tierra tembló y el suelo cercano se agitó cuando apareció Fafnir, soplando veneno a su paso mientras se dirigía al arroyo. Sigurd, impertérrito, apuñaló a Fafnir en el hombro izquierdo mientras se arrastraba por la zanja en la que se encontraba y consiguió herir mortalmente al dragón. Mientras la criatura yacía moribunda, habló con Sigurd y le preguntó su nombre, su filiación y quién le había enviado a una misión tan peligrosa. Fafnir dedujo que su propio hermano, Regin, había tramado esto, y predijo que Regin también causaría la muerte de Sigurd. Sigurd le dijo a Fafnir que volvería a la guarida del dragón y se llevaría todo su tesoro. Fafnir advirtió a Sigurd que todos los que poseyeran el oro estarían destinados a morir, pero Sigurd replicó que todos los hombres deben morir algún día de todos modos, y que el sueño de muchos hombres es ser ricos hasta ese día de la muerte, por lo que tomaría el oro sin miedo.
Regin entonces regresó a Sigurd después de que Fafnir fuera asesinado. Corrompido por la codicia, Regin planeó matar a Sigurd después de que éste cocinara el corazón de Fafnir para comérselo y tomar todo el tesoro para sí mismo. Sin embargo, Sigurd, habiendo probado la sangre de Fafnir mientras cocinaba el corazón, adquirió conocimientos del habla de los pájaros y se enteró del inminente ataque de Regin por la discusión de los pájaros de Oðinnic (de Odín) y mató a Regin cortándole la cabeza con Gram. Sigurd se comió entonces parte del corazón de Fáfnir y se quedó con el resto, que más tarde sería entregado a Gudrun tras su matrimonio.
Algunas versiones son más específicas sobre el tesoro atesorado por Fáfnir, mencionando las espadas Ridill y Hrotti, el yelmo del terror y una cota de malla dorada.