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Llámelo como quiera: bombo y platillo, mercadotecnia, rumor.
A punto de cumplir 83 años, el actor George Segal lleva el tiempo suficiente para entender cómo se juega a este juego. Así que cuando le ofrecieron la oportunidad de conseguir una estrella en el Paseo de la Fama el 14 de febrero, Segal pensó: «¿Por qué no?»
«Es una buena publicidad para ‘The Goldbergs'», dice. «Es todo un alboroto. Respeto la publicidad».
Ahora, en su cuarta temporada, «The Goldbergs», la oda de Adam F. Goldberg al crecimiento en la Filadelfia de los años 80, ha proporcionado una plataforma continua para Segal, cuya carrera está en su séptima década. ¿Cuál es el secreto de su longevidad?
«Me da mil vueltas», dice Segal riendo. «Tengo mucha suerte de seguir vivo»
La ceremonia del Paseo de la Fama es el día después de su 83º cumpleaños. «Siempre me he considerado una persona afortunada. Cuando me preguntan por los altibajos de mi carrera, me veo sobre todo como un tipo afortunado»
«Cuando veo a la gente que ha recibido este honor, pienso que ya es hora de que le llegue a George», dice Jeff Garlin, que interpreta al yerno de Segal en «The Goldbergs». «Es uno de los grandes».
Las apariciones regulares de Segal interpretando a granujas mayores durante dos décadas en «The Goldbergs» y «Just Shoot Me» ponen de manifiesto el talento cómico que le sirvió para ser uno de los protagonistas más populares del cine de finales de los 60 y principios de los 70. Pero sólo cuentan una parte de la historia de su carrera.
De hecho, al menos parte de su oportunidad vino de la mano de otro joven actor en ascenso que rechazó dos papeles importantes que Segal acabó ganando.
«Era un tipo en la cima del cine, y ahí estaba, en mi programa.»
Steve Levitan
«Había trabajado con Mike Nichols en ‘The Knack’ Off Broadway – así que cuando Robert Redford rechazó el papel en ‘Who’s Afraid of Virginia Woolf’, Nichols me pidió que lo hiciera», dice Segal. «Y también conseguí a Biff en ‘La muerte de un viajante’ porque él dijo que no. Le debo mucho a Redford. Creo que se lo agradecí cuando hicimos ‘La roca caliente'».
Además de con Nichols, Segal trabajó con muchos de los principales directores de los años 60 y 70, como Robert Altman («California Split»), Paul Mazursky («Blume in Love»), Sidney Lumet («Bye Bye Braverman»), Ivan Passer («Nacido para ganar»), Herbert Ross («El búho y la gata») y Carl Reiner («¿Dónde está papá?»).
«Fue una época tan estupenda; ya no se hacen esas películas basadas en personajes», dice. «No me imagino a alguien haciendo ‘Blume in Love’ hoy en día. Era otra generación, con un tipo de inocencia que no existe hoy en día».
Protagonista de comedias románticas, actuó junto a todo el mundo, desde Barbra Streisand a Goldie Hawn, Jane Fonda y Glenda Jackson. Cuando se le pregunta quién es el que mejor besa, Segal se ríe.
«Ruth Gordon, porque me besó en el culo», dice, recordando un memorable momento de «¿Dónde está papá?».
«Le recuerdo en los años 70, esa época que todavía era bastante de la vieja escuela, algo sexista, aunque no tenían mala intención», dice Steve Levitan, productor ejecutivo de «Modern Family» que trabajó con Segal en «Just Shoot Me». «Podía hacer que personajes que deberían haber sido imbéciles parecieran adorables».
Cuando las ofertas de películas serias empezaron a disminuir en la década de 1980, Segal siguió trabajando: en papeles más pequeños y en televisión, incluyendo un par de series de corta duración. En los últimos 20 años, Segal se ha labrado una sólida carrera como actor principal cómico. Obtuvo un par de nominaciones a los Globos de Oro interpretando al editor de una revista de moda Jack Gallo en «Just Shoot Me», que se emitió durante siete temporadas en la NBC.
«Teníamos un personaje que tenía que ser un poco canalla, pero que siempre se salía con la suya porque era encantador», dice Levitan. «George es tan adorable y tan encantador que podías creerle en este papel. Era un tipo que estaba en la cima del cine, y ahí estaba, en mi programa.
«George sabía cómo hacer una broma, y se reía mucho. Esa era una de mis cosas favoritas: Teníamos que tener toallas de papel a mano para la lectura de la mesa porque George se reía tanto que se le salían las lágrimas».
Añade Garlin: «Cuando puedo hacerle reír mucho, me siento muy bien. Además, tengo que pellizcarme: que realmente estoy en una escena con George Segal».
¿Por qué seguir trabajando a su edad? «Porque no dejan de pedírmelo», dice Segal con alegría. «Estar en los 70 años está bien pero, cuando llegas a los 80, te quedas chirriante. Sigo tocando el banjo prácticamente todos los días. Toco a escondidas y me saca de mis casillas. Oye, todo es tiempo prestado, ¿no? Tengo mi segundo aire, aunque ya no voy tan rápido como antes».
