La palabra esquema ha sido utilizada durante más de 100 años por los psicólogos pero, desafortunadamente, en su larga historia, los investigadores no han llegado a una definición clara y precisa de lo que se entiende exactamente por ella. No obstante, en lo que sigue, proporcionaré (espero) una descripción útil de lo que es un esquema y cómo se relaciona con el aprendizaje y la educación.

Un primer indicio de lo que es un esquema puede derivarse del origen griego de la palabra, que significa ‘plan’. En la psicología moderna, el esquema describe un rastro de memoria que puede contener información relativamente simple pero también bastante compleja.

Ejemplo de un esquema bastante simple:

Los coches son un medio de transporte.

Ejemplo de un esquema más complejo:

Conducir un coche implica desbloquearlo, arrancarlo, comprobar los espejos y las luces, cambiar de marcha, pisar el acelerador, frenar y mucho más.

Un esquema puede concebirse como un andamiaje, un plano y una representación que describe un objeto, una cadena de eventos o una idea, pero también sentimientos y, esencialmente, cualquier cosa que pueda experimentarse.

Características de los esquemas

Los esquemas tienen varias características que nos ayudan a entender su naturaleza. He aquí una lista de las características principales en las que coinciden muchos investigadores:

Los esquemas comprenden unidades y relaciones entre estas unidades. En el caso de un esquema de coche, estas unidades podrían ser la carrocería y la rueda. Las unidades están interrelacionadas en el sentido de que la carrocería contiene tres, cuatro o incluso más ruedas.

Las unidades de un esquema no contienen muchos detalles. Para reconocer rápidamente un coche como tal, no es importante el color de la carrocería o la distancia que puede recorrer.

Los esquemas se construyen a través de la experiencia. Para crear un esquema rudimentario de un coche, son necesarios múltiples episodios. Por ejemplo, al principio incluso un tren podría considerarse un coche, quizá hasta que se forme un esquema de tren que contenga vías como unidad (y una característica definitoria de los trenes).

Los esquemas cambian constantemente. Hace unos años, un esquema de coche común estaba quizás compuesto por la unidad ‘necesita gasolina para funcionar’, entre otras unidades. Desde que los coches eléctricos son cada vez más omnipresentes, el esquema del coche se ha ajustado en consecuencia.

Esquemas en la educación

En la educación matemática, estamos especialmente interesados en establecer esquemas por varias razones. Por ejemplo, un esquema para las fracciones puede permitirnos manipular automáticamente los números en el espacio de las fracciones, sin invertir un precioso poder cerebral cada vez que se encuentra una fracción.

Una de las ventajas de tener un esquema de fracciones sólido es que se puede utilizar el poder cerebral que no se necesita para entender las fracciones para resolver otros problemas para los que aún no se ha establecido un esquema.

Además, cuantas más conexiones y experiencias tenga el esquema, más poderoso será. Por ejemplo, identificar las porciones de pizza como representación de partes de un todo, y conocer la probabilidad de lanzar un número con los dados, nos ayuda a desarrollar una comprensión más profunda de las fracciones.

Muchas experiencias diferentes pueden contribuir a construir un esquema de fracciones.

Esta conectividad cruzada facilita la construcción de conexiones con otras experiencias que aún no se han asociado con las fracciones.

Un esquema de fracciones es también parte del esquema numérico, porque las fracciones son números. Los estudiantes que entienden esto pueden aplicar lo que saben sobre los números a las fracciones. Un esquema de fracciones bien establecido puede proporcionar a los estudiantes una forma intuitiva, rápida y sin esfuerzo de trabajar con fracciones.

Alentando a los estudiantes a pensar en los conceptos matemáticos en relación con los demás, en lugar de individualmente, podemos ayudarles a construir esquemas. Unos esquemas bien desarrollados facilitan no sólo la recuperación de los hechos ya aprendidos, sino que también ayudan a la hora de aprender información relacionada y, por último, pero no menos importante, liberan energía cerebral que puede utilizarse para aprender información completamente nueva.

Lectura adicional

Ghosh, V. E., & Gilboa, A. (2014). Qué es un esquema de memoria? Una perspectiva histórica sobre la literatura neurocientífica actual. Neuropsychologia, 53, 104-114.

Shtulman, A., & Valcarcel, J. (2012). El conocimiento científico suprime pero no suplanta las intuiciones anteriores. Cognición, 124(2), 209-215.

van Kesteren, M. T. R., Ruiter, D. J., Fernández, G., & Henson, R. N. (2012). Cómo el esquema y la novedad aumentan la formación de la memoria. Trends in Neurosciences, 35(4), 211-219.

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