«No me siento yo mismo sin ti», es probablemente algo que has pensado cuando has echado de menos a alguien que te importa.
Esta idea surgió al azar en mi cabeza mientras estaba sentada sola en mi dormitorio echando de menos a mi pareja. No estoy del todo seguro de que la ciencia detrás de esto sea exacta, porque incluso los científicos no están seguros de la exactitud. Las emociones son difíciles de entender y los neurotransmisores son difíciles de rastrear.
Así que con eso dicho, aquí está mi opinión sobre las cosas: una definición de los laicos de por qué usted puede realmente sentirse como una persona diferente cuando usted está lejos de su pareja (o cualquier persona cercana a su corazón).
La biología y la psicología nos enseñan que nuestros cuerpos producen naturalmente ciertas sustancias químicas – las hormonas son producidas por las glándulas, y los neurotransmisores por el sistema nervioso central. Evolutivamente, estas sustancias químicas nos ayudan a formar vínculos emocionales para poder mantener relaciones de grupo, relaciones íntimas y relaciones parentales. Nos ayudan a mantenernos vivos. Hoy en día, hay mucho más añadido a la mezcla, y como resultado hay mucha más zona gris.
Las hormonas relacionadas con el «amor» son el estrógeno/testosterona, y la oxitocina. Los neurotransmisores más implicados son la seratonina y la dopamina.
De nuevo, producimos todas estas sustancias químicas de forma natural, pero cuando estás con alguien que amas, se disparan. Cuando se disparan, tu cuerpo se acelera para procesarlas todas. Cuando pasas un largo periodo de tiempo con alguien a quien amas, básicamente te vuelves adicto a un nivel elevado de todas estas sustancias químicas, y tu cuerpo se acostumbra a procesarlas más rápidamente.
Si tu cuerpo está acostumbrado a producir todas esas sustancias químicas, y a procesarlas rápidamente, ¿te imaginas lo que ocurre cuando dejas a la persona que lo provoca? En pocas palabras, se produce el síndrome de abstinencia. Tu cuerpo deja de producir abundancia de seratonina, oxitocina, etc., y para colmo, las sustancias químicas que sí produce tu cuerpo siguen siendo procesadas tan rápidamente que es como si nunca hubieran estado ahí.
Ahora te estarás preguntando, ¿cómo impacta esto en el estado emocional de uno? Bueno, de muchas maneras, pero suele imitar los síntomas de la depresión y la ansiedad. Por eso muchas personas dicen: «no me siento yo mismo» o «echo de menos a mi otra mitad», porque su cuerpo se ha acostumbrado a ciertos estímulos que ya no recibe.
Si lo piensas, por eso la fase de luna de miel en una relación romántica se siente como un subidón al principio. Porque ese subidón es nuevo y se siente bien. Al fin y al cabo, son sustancias químicas felices. Pero al igual que cualquier droga, tu cuerpo se acostumbra a ella, y sigue sintiéndose bien, sólo que puedes necesitar un extra de vez en cuando (hola noche de cita).
De todos modos, cuando te arrancan de la persona que amas, duele. Pueden pasar meses hasta que tu cuerpo vuelva a la normalidad, y cada vez que ves a esa persona entre medias, el reloj se pone a cero.
Así que antes de que te castigues por echar tanto de menos a alguien, recuerda esto: no puedes evitarlo.