Los términos salud y bienestar son comúnmente lanzados juntos, gracias en gran parte a la prevalencia de los programas de bienestar que promueven una mejor salud en el lugar de trabajo.

Es fácil ver cómo los dos términos podrían ser intercambiables, pero la diferencia entre salud y bienestar es importante.

Los programas de bienestar se centran en gran medida en la idea de la atención preventiva, que está diseñada principalmente para ahorrar dinero a los asegurados (y a los empleadores) a largo plazo. Aunque lamentablemente muchos empleadores pueden hundir una tonelada de tiempo y dinero en programas de bienestar sin ninguna estrategia.

La idea general es que si la gente se somete a revisiones periódicas, cumple con su régimen de medicación prescrita y recibe las vacunas recomendadas, los problemas de salud pueden prevenirse por completo o, al menos, gestionarse antes de que resulten extraordinariamente caros.

Aunque es justo decir que uno de los objetivos de los programas de bienestar es hacer que la gente esté más sana, hay una diferencia entre salud y bienestar. Así que vamos a profundizar en esta diferencia y en por qué es importante.

La diferencia entre salud y bienestar

Según la Organización Mundial de la Salud, «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.» En otras palabras, la salud va mucho más allá de las dolencias físicas: también tiene que ver con la aptitud emocional y social.

Por otro lado, el bienestar es el «proceso activo de tomar conciencia y hacer elecciones hacia una vida sana y plena. un proceso dinámico de cambio y crecimiento». Los dos conceptos no son opuestos, sino que van de la mano en la búsqueda del bienestar completo.

Esencialmente, si la salud es el objetivo, el bienestar es la forma en que podríamos lograrlo. El bienestar es la acción, mientras que la (buena) salud es el resultado deseado.

En The JP Griffin Group, proporcionamos apoyo y coordinación de principio a fin de las actividades de bienestar adaptadas específicamente a los datos de salud de la población, los objetivos del programa y los principales factores de coste. Conozca más sobre nuestro enfoque aquí.

Por qué es importante

No siempre podemos elegir el estado de nuestra salud. El colesterol alto y la presión arterial son en gran medida genéticos. Las personas nacen con enfermedades del corazón y una predisposición a la diabetes. Los accidentes provocan lesiones que duran toda la vida.

Pero el bienestar, en cambio, es una elección.

Podemos elegir hacer ejercicio con regularidad para controlar nuestras condiciones de salud (cuando sea posible).

Podemos elegir dejar de fumar y tomar nuestros medicamentos según lo prescrito.

Podemos acudir a un terapeuta cuando nuestro estado mental necesite algo de ayuda.

El bienestar es una forma de trabajar activamente para mejorar la salud. Una forma de tomar el control de nuestros cuerpos y mentes. Aunque ninguno de nosotros gozará nunca de una salud «perfecta», hacer un esfuerzo consciente para mejorar nuestro bienestar puede hacer que nos sintamos mejor y, en última instancia, que nos cueste menos dinero en costes sanitarios a largo plazo.

Salud frente a bienestar en el lugar de trabajo

Para los empresarios, entender la diferencia entre salud y bienestar es importante porque informa de las comunicaciones corporativas que tiene con su plantilla. Muchas personas quieren llevar una vida más saludable, pero no están seguras de cómo hacerlo.

Aproveche esta oportunidad para educarles sobre el bienestar y cómo los cambios sencillos en el estilo de vida, como sustituir los refrescos por agua, dar un paseo durante los descansos en lugar de sentarse, y llevar un almuerzo en lugar de pedirlo fuera, pueden ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos de salud.

Mejor aún, proporcione recursos específicos para educar a sus empleados sobre el bienestar en el lugar de trabajo.

Por ejemplo, en lugar de educar a su personal sobre la alimentación saludable en general, reconozca que su personal a veces sale a comer fuera. Busque los diez restaurantes más frecuentados en los alrededores de su oficina y eduque a los trabajadores sobre los platos más saludables del menú de cada establecimiento. Otro ejemplo sería trazar varios bucles de caminata a la hora del almuerzo de diferentes distancias alrededor de su oficina, en lugar de limitarse a recordar a sus trabajadores los beneficios de caminar.

Cuanto menores sean los riesgos para la salud de sus empleados, mejor se sentirán. Este cambio positivo tiene un efecto de goteo para usted, ya que los empleados sanos utilizan menos tiempo de enfermedad, lo que resulta en un aumento de la productividad. Además, cuanto menor sea el grupo de riesgo, más estables serán los costes de la atención sanitaria.

¿De qué manera aborda su empresa la salud y el bienestar?

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