September 29, 2020 7:55
Tras una increíble y laboriosa transformación, Mireddys González, la esposa de Daddy Yankee, tomó una drástica medida contra los haters.
Estar en la cima de la fama no es fácil y aunque parezca que los famosos tienen la vida ideal, tienen problemas como todos los seres humanos y Daddy Yankee Junto a su esposa, Mireddys González, no son la excepción a la regla que afecta a todos por igual.
La verdad es que después de mucho trabajo en el gimnasio y una correcta alimentación, Mireddys cambió sus hábitos para ponerse en forma y lo logró con gran éxito, tanto que algunos de sus seguidores afirman que «algo se hizo» ya que está realmente irreconocible.
Pero a pesar de que tiene miles de seguidores que le lanzan buenas vibraciones y que no escatiman en elogios a la hora de felicitarla por su drástico cambio, también están los famosos «haters», que son los enemigos de todos los famosos que tienen mucha popularidad en las redes sociales como Instagram.
Cansada de esta situación de agresión constante, la esposa de Daddy Yankee Tomó una medida realmente impactante para frenar un poco la ola de odio y decidió exponer a través de una captura de pantalla uno de los comentarios (con cuenta y todo) que recibió en los últimos días.
¡Está irreconocible! | La impactante transformación física de Daddy Yankee en la cuarentena
Odiadores en las redes
En los últimos cinco meses, la esposa de Daddy Yankee bajó más de diez kilos para lo que realmente se esforzó y es lógico que le duelan las acusaciones que aseguran que todo fue operado cuando, en realidad, tuvo más que ver con un cambio de perspectiva en su vida.
Por eso, tras dejar en evidencia a uno de sus haters, dijo: «Casi siempre los comentarios de odio vienen de otra mujer», y añadió: «Lo hago público porque comentarios como éste y otros son la causa de que muchas personas se quiten la vida. por sentirse atacados por gente que destruye vidas detrás de un teclado».
Cabe destacar que en más de una ocasión, los famosos han llegado a cerrar sus redes sociales por no soportar la presión de ser siempre «perfectos» ante la mirada crítica de quienes sólo deciden atacar a los demás a través de cuentas anónimas.
