Muchos padres que aprenden la lengua de signos lo hacen por su hijo o por un miembro de su comunidad. Lo difícil de esto es que la vida a menudo se interpone en el camino para alcanzar sin problemas estos objetivos lingüísticos. Además, con toda la información que hay sobre el aprendizaje de idiomas, puede ser difícil separar la información inútil de los consejos útiles. Aquí tienes unos cuantos consejos para ayudarte en el proceso:
Aprende en bloque
Establecer objetivos semanales puede ser un método eficaz para aprender ASL. Comprométete a memorizar hasta 50 palabras a la semana, ¡y estarás haciendo señas en poco tiempo! Es especialmente útil si estas palabras están relacionadas entre sí, para poder reaprenderlas y repasarlas de forma organizada. Además, ¡nunca está de más cambiar los objetivos en función de la semana! Acércate a tus hijos o a la comunidad para ver qué están aprendiendo esa semana. ¡Puede ser beneficioso aprender junto a ellos! Saber que tienes un amigo o familiar comprometido con el material puede ayudarte a mantener un ritmo de aprendizaje. ¡También te da la oportunidad de practicar y perfeccionar tus habilidades con un compañero de conversación real!
Comienza con frases útiles
Puede parecer desalentador enfrentarse a una gran cantidad de vocabulario en temas aparentemente interminables, pero lo mejor es empezar con palabras y frases que te serán útiles a ti y a tu comunidad. Aprende las palabras que tengan más significado para ti; así, al iniciar las conversaciones, tendrás una base que te resulte familiar. Cuanto más interesantes y relevantes sean estas palabras, más probable será que las recuerdes. Como ocurre con cualquier otro idioma, aprenderás más rápidamente las palabras que pongas en práctica repetidamente. En este caso, esas palabras serán las que surjan en la conversación. Piensa en lo que quieres decir a tus hijos y a tu comunidad, y úsalo como punto de partida para alcanzar la fluidez.
Balancea las clases, las aplicaciones y la conversación
Aprender cualquier idioma es más fácil cuando las fuentes de tu aprendizaje son diversas. El ASL no es diferente. Si es posible, equilibra las clases, las aplicaciones como FactSumo y las pequeñas conversaciones hasta que adquieras confianza en las señas. La repetición es la clave, pero puedes aburrirte rápidamente si intentas acercarte a las señas sólo por una vía. La tecnología ha avanzado hasta el punto de que cualquiera puede aprender de la forma que quiera y en cualquier lugar. Si no estás en una clase con un profesional certificado, aprovecha cualquier momento libre para ponerte al día con los signos que no conozcas. Es increíble la rapidez con la que cinco o diez minutos de práctica al día pueden suponer una diferencia notable en tan sólo unos meses!
Medida en minutos
Nadie debería esperar dominar ningún idioma en poco tiempo. Aprender algo tan amplio como un idioma requiere paciencia, constancia y mucha motivación. Por eso es mejor medir tu progreso en la conversación. Empieza con un objetivo muy alcanzable: ser capaz de hacer señas con alguien, de ida y vuelta, durante un minuto. Suena fácil, ¿verdad? Cuando creas que lo dominas, pasa a tres minutos, luego a cinco. Y así sucesivamente. Cuanto más cómodo te sientas haciendo señas con alguien durante periodos de tiempo prolongados, mejor lo harás. En este caso, ayuda tener un buen compañero de conversación, pero si no hay nadie en tu comunidad, o tu hijo está en la escuela, siempre puedes usar un espejo y algunos temas de conversación fáciles de encontrar en Internet.