Desde que el ISC, la AAMCC y la SECAC publicaron sus primeras y extensas guías para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la hipertensión arterial en adultos se dispone de nueva información. Una evaluación crítica de la evidencia y una comparación de lo que proponen ahora las guías internacionales son la base de las siguientes afirmaciones, que actualizan las recomendaciones publicadas por primera vez en 2013. Las mediciones de la presión arterial (PA) en el consultorio ya no deben considerarse el «patrón de oro» para el diagnóstico de la hipertensión y la evaluación del riesgo cardiovascular. Confiar en la PA en el consultorio, incluso cuando se complementa con automediciones en el hogar a la hora de levantarse, para identificar a los individuos de alto riesgo, sin tener en cuenta el patrón circadiano de la PA y el nivel de la PA durante el sueño, conduce a una potencial clasificación errónea del 50% de todas las personas evaluadas. En consecuencia, la monitorización ambulatoria de la PA es el estándar de referencia recomendado para el diagnóstico de la hipertensión verdadera y la evaluación precisa del riesgo cardiovascular en todos los adultos ≥18 años de edad, independientemente de si la PA en el consultorio es normal o elevada. La media de la PA sistólica durante el sueño es el predictor independiente más significativo de eventos cardiovasculares. El descenso relativo de la PAS durante el sueño añade valor pronóstico al modelo estadístico que ya incluye la media de la PA sistólica durante el sueño y la corrección de las variables de confusión relevantes. En consecuencia, la media de la PA sistólica durante el sueño es el protocolo recomendado para diagnosticar la hipertensión, evaluar el riesgo cardiovascular y predecir el intervalo libre de eventos cardiovasculares. En los hombres, y en ausencia de condiciones clínicas convincentes, los umbrales de referencia para el diagnóstico de la hipertensión son 120/70 mmHg para las medias de la PA sistólica/diastólica durante el sueño derivadas de la monitorización ambulatoria de la PA. Sin embargo, en las mujeres, en ausencia de comorbilidades complicadas, los mismos umbrales son inferiores en 10/5 mmHg, es decir, 110/65 mmHg para las medias dormidas. En los pacientes de alto riesgo, incluidos los diagnosticados con diabetes o enfermedad renal crónica, y/o los que han experimentado eventos cardiovasculares en el pasado, los umbrales son incluso más bajos en 15/10 mmHg, es decir, 105/60 mmHg. Se recomienda el tratamiento a la hora de acostarse con la dosis diaria completa de medicamentos para la hipertensión ≥1 como medio rentable para mejorar el manejo de la hipertensión y reducir el riesgo asociado a la misma. El tratamiento a la hora de dormir con la dosis diaria completa de ≥1 medicamentos convencionales para la hipertensión debe ser el régimen terapéutico de elección para los ancianos y aquellos con diabetes, hipertensión resistente y secundaria, enfermedad renal crónica, apnea obstructiva del sueño y antecedentes médicos de eventos cardiovasculares pasados, entre otros, dada su documentada alta prevalencia de hipertensión a la hora de dormir.

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