Los adultos están familiarizados con los labios agrietados durante el tiempo frío, seco e invernal, pero rara vez pasan del nivel de molestia. Sin embargo, para algunos niños, los labios agrietados pueden ser un problema más grave. Los niños sufren de labios agrietados por muchas de las mismas razones que los adultos, pero algunos niños experimentan agrietamiento no sólo de los labios, sino también de la piel que rodea los labios superiores e inferiores. Esta afección más grave se conoce como dermatitis del labio y puede durar meses.
Los niños con dermatitis del labio suelen tener manchas rojas, escamosas y secas en los labios, en los bordes de los labios y en la piel de arriba y de abajo. La afección suele tener altibajos y puede agravarse tanto que la piel puede agrietarse, sangrar y resultar bastante incómoda. Estos niños suelen tener, aunque no siempre, eczemas en otras partes del cuerpo. La dermatitis se debe a que la saliva irrita la piel y suele comenzar cuando el niño se lame inocentemente los labios para mantenerlos húmedos. Una vez que comienza la dermatitis, el niño continuará lamiéndose para aliviar el picor y las molestias, lo que agrava aún más el problema.
La clave para vencer la dermatitis labial es cubrir generosamente la boca y la piel con un emoliente suave. Vaseline® o Aquaphor® son buenos porque son suaves, espesos y no pican ni saben mal. Evitar las fórmulas en barra que se encuentran habitualmente en la farmacia es una buena idea porque la mayoría contienen un ingrediente a base de alcohol que puede quemar o perpetuar la sequedad. Aplique el emoliente con la mayor frecuencia posible a lo largo del día, y cúbralo especialmente bien durante la noche para que la piel tenga la oportunidad de curarse. Pedir al niño que no se lama los labios sólo llama la atención sobre la boca y casi siempre provoca un aumento, no una disminución, del lamido de labios.
Ocasionalmente, el niño necesitará algo más fuerte, como un esteroide tópico muy suave, una crema antibiótica o una crema antifúngica. Si el uso abundante de emolientes día y noche no ayuda, o la erupción empieza a extenderse rápidamente de repente, consulte al pediatra de su hijo.
Además, lamerse los labios puede ser a veces un signo de nerviosismo o ansiedad. Descubrir la fuente de estrés del niño puede ayudar a disminuir la gravedad y la frecuencia de este comportamiento. Los niños pequeños pueden ser muy difíciles de tratar porque pueden resistirse a que les pongan productos en la boca. Por lo general, a medida que los niños envejecen y entran en la escuela, este problema puede ser mucho más fácil de controlar.
Dermatitis del lamebotas
- La dermatitis del lamebotas se caracteriza por labios agrietados que se extienden por los bordes de los labios y por la piel adyacente.
- El uso liberal de un emoliente suave y sin alcohol alrededor de la boca y en los labios es la mejor manera de tener la erupción bajo control.
- La erupción puede requerir a veces un medicamento antimicótico porque puede infectarse con levaduras.
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