Las 5 etapas del amor y por qué la mayoría de las relaciones se estrellan contra el muro en la etapa 3

Por Jed Diamond Ph.D

Los viejos estereotipos nos hacen creer que las mujeres se centran más en las relaciones que los hombres, pero he descubierto que no es cierto, aunque los hombres y las mujeres ven el matrimonio a través de diferentes lentes. Un matrimonio amoroso, íntimo y alegre es tan importante para los hombres como para las mujeres. También es igual de doloroso y desgarrador para los hombres cuando un matrimonio termina. Lo sé, he sido consejera matrimonial durante más de cincuenta años y me he especializado en ayudar a los hombres y a las mujeres que los aman.

Antes de hablarles de las cinco etapas del amor, tengo que hablarles de las diferentes lentes a través de las cuales los hombres y las mujeres se ven a sí mismos, a los demás y al mundo. Pero antes de hacerlo, tengo que decir algo sobre las «generalizaciones». Cuando digo que los hombres son más altos que las mujeres, la mayoría de la gente reconocerá que no estoy diciendo que todos los hombres sean más altos que todas las mujeres. Como hombre que mide 1,65 metros, soy muy consciente de este hecho. Así que, por favor, recuerden esto cuando hablo de hombres y mujeres.

También tengo que decir que las diferencias de sexo se han utilizado a menudo para denigrar o limitar a un género, normalmente el femenino. Esto no tiene por qué ser así. Hay buena ciencia e investigación que reconoce las diferencias de sexo sin poner a un sexo por encima o por debajo del otro ni sugerir que las mujeres son inadecuadas para ciertos roles, como soldado, jugador de béisbol profesional o presidente; o que un hombre no debe ser profesor de guardería, enfermero o primer caballero.

Escribí un libro, 12 Reglas para los Hombres Buenos, junto con «El Manifiesto de los Hombres Buenos», sobre los hombres, lo que somos y lo que necesitamos, así que sólo tocaré aquí algunas diferencias importantes que son particularmente importantes para ayudar a un hombre a entender las cinco etapas del amor, por qué la mayoría de las relaciones terminan en la etapa 3, y lo que un hombre debe hacer para salvar su matrimonio con problemas.

Louann Brizendine, M.D., es una científica estadounidense, neuropsiquiatra, investigadora y clínica, y profesora de la Universidad de California en San Francisco. Ha escrito dos libros, The Male Brain (El cerebro masculino) y The Female Brain (El cerebro femenino), y señala diferencias significativas como las siguientes:

• Área preóptica medial. Es el área de la búsqueda sexual y es 2,5 veces mayor en el cerebro masculino.
• Amígdala. El sistema de alarma para las amenazas, los miedos y el peligro y es más grande en el cerebro masculino.
• Sistema de neuronas espejo. El sistema de empatía emocional «yo siento lo que tú sientes». Se sincroniza con las emociones de los demás leyendo las expresiones faciales e interpretando el tono de voz y otras señales emocionales no verbales. Es más pequeño y menos activo en el cerebro masculino.
• Corteza cingulada anterior. Es el centro de las preocupaciones, el área del miedo al castigo y el centro de la ansiedad por el rendimiento sexual. Es más grande en el cerebro femenino.
• Hipocampo. El elefante que nunca olvida una pelea, un encuentro romántico o un error, por muy viejo que sea, y que tampoco te dejará olvidarlo. Es más grande y más activo en el cerebro femenino.

Simon Baron-Cohen, profesor de psicología y psiquiatría de la Universidad de Cambridge ha realizado una serie de investigaciones sobre las diferencias cerebrales. En las primeras líneas de su libro La diferencia esencial: The Truth About the Male & Female Brain, dice simplemente: «El tema de las diferencias sexuales esenciales en la mente es claramente muy delicado. Podría pasar de puntillas por él, pero supongo que a usted le gustaría que la teoría del libro se expusiera claramente. Así que aquí está:

«El cerebro femenino está predominantemente programado para la empatía. El cerebro masculino está programado predominantemente para la comprensión y la construcción de sistemas.»

Las 5 etapas del amor y por qué la mayoría de las relaciones terminan en la etapa 3

En mi libro, El matrimonio iluminado: The 5 Transformative Stages of Relationships and Why the Best is Still to Come, describo las siguientes etapas:

1. Enamorarse.
2. Convertirse en pareja.
3. Desilusión.
4. Crear un amor real y duradero.
5. Encontrar la vocación de pareja.

Como mucha gente, pensaba que sólo había dos etapas para tener una gran relación. Primero, el momento mágico en el que conocemos a esa persona especial y nos enamoramos. Segundo, nos convertimos en pareja y vivimos felices para siempre. Además, como muchos cuyo matrimonio se tambaleó y la desilusión nos invadió, me divorcié, me deprimí, decidí que había elegido a la pareja equivocada y, finalmente, lo volví a intentar.

Desgraciadamente, como muchos, aún no entendía las cinco etapas del amor y mi segundo matrimonio también acabó en divorcio. Pero, finalmente me volví sabio, quiero decir sabio en la comprensión real de las verdades ocultas sobre el sexo, el amor, las relaciones y el matrimonio. Mi esposa, Carlin, y yo llevamos 40 años casados y la clave es entender las cinco etapas.

En mi artículo «Las 5 etapas del amor: Por qué demasiados se detienen en la tercera etapa», destaco puntos importantes del libro. Aquí ampliaré algunas distinciones sutiles, pero de importancia crítica, que la mayoría de la gente no capta.

• Enamorarse es un truco para engañarnos.

Cuando nos enamoramos, pensamos que hemos encontrado al amante de nuestros sueños, el que hemos estado buscando toda la vida, con el que podemos construir una vida y que nos hará felices. La verdad es que el enamoramiento es un truco de la naturaleza para que los humanos elijan una pareja y nuestra especie siga adelante. Se siente tan maravilloso porque estamos inundados de hormonas como la dopamina, la oxitocina, la serotonina, la testosterona y el estrógeno. La evolución no tiene ningún interés en hacernos felices, sólo en conseguir que transmitamos nuestros genes.

• Al principio, construimos una vida en común sobre una base falsa.

Una vez que hemos encontrado a la pareja adecuada, imaginamos que tendremos los altibajos habituales de la vida, pero que ahora podemos relajarnos y centrarnos en la carrera, los hijos, ganarnos la vida y hacer una vida juntos. Pensamos que estamos creando un amor real y duradero, por lo que es fácil dar por sentado que nuestra pareja es la adecuada. En cambio, nos estamos preparando para la desilusión.

• La desilusión no es una señal de que algo va mal. Es una llamada de atención al verdadero viaje del héroe de nuestras vidas.

La mayoría de las personas que están juntas durante más de unos años se desilusionan. «¿Es esto todo lo que hay?», nos preguntamos. «Esta no es la persona con la que me casé. ¿Qué ha pasado? ¿A dónde han ido?» Culpamos a nuestra pareja, o nos esforzamos por arreglarnos a nosotros mismos. Lo que rara vez hacemos es comprender que la desilusión es la tercera, y más crucial, etapa del amor. Para aquellos que tienen el coraje, que son verdaderos guerreros del amor, están llamados al mayor desafío de su vida.

Lo que un hombre debe hacer para salvar su matrimonio

1. Tener un matrimonio exitoso es su trabajo más importante en la vida.

Como la mayoría de los hombres, crecí creyendo que mi principal trabajo en la vida era mantener a mi esposa y a mi familia convirtiéndome en un exitoso proveedor. Creía que el trabajo de mi mujer era mantenernos cuidando bien de mí y de nuestros hijos. Pero ahora vivimos en un mundo nuevo. Los hombres y las mujeres han cambiado. El mundo ha cambiado. Después de haber pasado por dos divorcios y haber asesorado a miles de personas, me he dado cuenta de que los hombres tienen las habilidades para hacer que las relaciones funcionen. Sólo tenemos que aprenderlas.

El matrimonio moderno es un sistema complejo y los cerebros de los hombres están programados para entender y construir sistemas. Sólo tenemos que asumir el trabajo, aprender las habilidades y aplicarlas.

2. Debes dejar de poner tanta atención en tratar de complacer a tu mujer.

Sé que la mayoría de los hombres son acusados de ser egoístas, de poner muy poca atención en complacer a sus esposas. No es cierto. Los hombres están obsesionados con complacer a su mujer, pero se sienten fracasados. «Parece que no importa lo que haga, no funciona», me dirán los hombres. «Después de intentarlo una y otra vez, finalmente me rindo». ¡No es tu trabajo complacerla! (Repítelo hasta que lo asimiles).

3. Debes dejar de culparla por tu incapacidad para hacerla feliz.

Hubo muchas razones por las que mis dos primeros matrimonios no funcionaron. No entendí las cinco etapas, pero también culpé a mis esposas. En apariencia, las culpaba porque no me daban suficiente sexo, amor y amabilidad. En realidad, las culpaba porque no podía hacerlas felices. De niño, estaba obsesionado con complacer a mi madre porque temía que si no lo hacía ella me abandonaría. Aunque parecía ser un hombre independiente de éxito, en el fondo sentía que necesitaba que mi mujer me validara para poder sentirme como un hombre de verdad. Si no podía hacerla feliz me sentía un fracasado y eso me enfadaba muchísimo.

Tuve que aprender que ella es muy capaz de hacerse feliz a sí misma. Ella es la única que puede. Tú no tienes la culpa de su infelicidad. El mundo no es un lugar muy feliz hoy en día y no es tu culpa.

4. Debes encontrar tu hombría en compañía de otros hombres.

Mi padre era un hombre enfadado que se deprimía cada vez más cuando no podía ganarse la vida para mantener a su familia. Finalmente tuvo «una crisis nerviosa», fue hospitalizado y se fue. A mí me crió mi madre. «Un padre puede estar físicamente presente, pero ausente en espíritu», dice el autor James Hollis. «Su ausencia puede ser literal a través de la muerte, el divorcio o la disfunción, pero más a menudo se trata de una ausencia simbólica a través del silencio y la incapacidad de transmitir lo que también puede no haber adquirido».

Sin la presencia de un padre cariñoso, comprometido y atento, los hombres crecen «con un agujero en su alma en forma de padre», dice Roland Warren, ex presidente de la Iniciativa Nacional de Paternidad.

Mi esposa, Carlin, y yo llevamos casados 40 años. Ella atribuye el éxito de nuestro matrimonio, en gran parte, a mi participación durante 41 años en un grupo de hombres. El poeta Robert Bly dijo que «los jóvenes deben estar en presencia de hombres mayores para escuchar el sonido que cantan las células masculinas». Tanto si hemos tenido un padre comprometido como si no, podemos curar la herida del padre y llenar el agujero de nuestras almas colectivas formando parte de un grupo de hombres. No es de extrañar que la primera regla de 12 reglas para hombres buenos sea unirse a un grupo de hombres.

Los hombres no pueden estar plenamente vivos para sí mismos, para las mujeres que aman, para sus familias y amigos, a menos que comprendan y abracen su masculinidad.

Espero que estas ideas te resulten útiles. Puedes leer más de mi trabajo aquí.