Estos privilegios permitieron gradualmente a la sencilla organización benéfica transformarse en una orden militar de élite y, en la época de la Tercera Cruzada, la orden se unió a la lucha por Tierra Santa.

Conocidos por sus distintivas capas blancas decoradas con una cruz roja, los Caballeros Templarios fueron reconocidos como algunas de las unidades de combate más hábiles de las Cruzadas. Los miembros no combatientes gestionaron una importante infraestructura financiera en toda la cristiandad, construyendo fortificaciones por toda Europa y Tierra Santa y desarrollando nuevas técnicas financieras, incluida una forma temprana de banca.

Los templarios estuvieron estrechamente asociados a las Cruzadas y cuando se perdió Tierra Santa, el apoyo disminuyó. Sus prácticas secretas se convirtieron en una fuente de sospechas y, en 1307, Felipe IV de Francia, que estaba muy endeudado con ellos, se aprovechó de la desconfianza pública para hacer que arrestaran a sus líderes en Francia, los torturaran para que dieran falsas confesiones de sedición y los quemaran en la hoguera.

El Papa Clemente V disolvió la orden en 1312 bajo la presión de Felipe, pero los rumores de que seguían existiendo en la clandestinidad persisten hasta nuestros días.

¿Existen los templarios en la actualidad?

Aunque ciertas teorías conspirativas sugieren que los templarios siguieron siendo una orden secreta vinculada a otros grupos como los Illuminati, que supuestamente controlan los acontecimientos mundiales, no hay registros históricos que muestren ningún vínculo directo.

La poderosa reputación de los templarios, sin embargo, ha llevado a varias sociedades, incluyendo a los masones, a incorporar símbolos y rituales de los caballeros. Algunos incluso afirman que los francmasones descienden directamente de miembros de la orden que se refugiaron en Escocia, ayudados por Robert the Bruce. Pero no se han encontrado pruebas históricas que respalden esta teoría.

La Inquisición Española

Assassin’s Creed la película crea el nuevo personaje de Callum Lynch y sigue un argumento ambientado en la Inquisición Española – ninguno de los cuales existe en los videojuegos. Lynch se ve obligado a recordar y revivir la vida de su antepasado, Aguilar de Nerha, un asesino que operaba en la España del siglo XV durante la época de los juicios religiosos.

No hay pruebas históricas de que la Orden de los Asesinos estuviera presente en el país durante esta época -pero los Templarios son otro asunto. La historia muestra que la mayoría de los países acataron las órdenes del Papa Clemente V de disolver la organización, confiscando las tierras del grupo. Pero en España, los Caballeros seguían siendo poderosos, ya que habían sido clave para el éxito del régimen. El problema de su disolución se resolvió con la creación de dos nuevas órdenes, la Orden de Montesa y la Orden de Cristo, a las que muchos templarios se unieron como forma de conservar sus tierras y riquezas.

Mitología de Assassin Creed

El videojuego retrata versiones muy ficticias de ambas órdenes. En los juegos, se representa a los Asesinos como si se hubieran expandido más allá de sus fronteras levantinas y existieran a lo largo de toda la historia registrada, junto con sus némesis, los Caballeros Templarios.

Creed también representa a las órdenes como básicamente filosóficas, más que como de naturaleza religiosa, afirmando que son anteriores a las creencias musulmana y cristiana. Esto ha permitido que el mundo del juego amplíe sus respectivas «historias» a través del tiempo, tanto antes como después de sus marcos temporales históricos reales.

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