Los huevos de gallina araucana se han convertido en una vista cada vez más común en el mercado de los agricultores en los últimos años, pero aún así, las cáscaras de color azul pálido nunca dejan de deleitar a los compradores más acostumbrados a sus homólogos blancos y marrones más mundanos. El pasado fin de semana, en el Union Square Greenmarket, se podían comprar en un par de puestos agrícolas; las que aparecen en la foto provienen de Norwich Meadows Farms, que las vendía a 6 dólares la media docena.
El precio refleja la rareza de la raza araucana: las aves son originarias de Chile, donde se cree que fueron criadas por los indios araucanos. Según Araucanas Online, el ave actual no se parece mucho a sus primeros antepasados, y a menudo se confunde con las gallinas Ameraucana y Easter Egg, que también ponen huevos azules. Las araucanas se clasifican como gallinas sin cola (lo que significa que les falta la última vértebra y carecen de cola), y se distinguen además por los mechones de las orejas y la ausencia de barbas. Debido a que la falta de vértebras puede causar problemas de fertilidad y a que el gen de los mechones de las orejas es letal, lo que hace que muchos polluelos mueran antes de nacer, las araucanas son muy difíciles de criar.
La novedad de los huevos se limita principalmente a su color: el sabor no difiere notablemente de los huevos de corral normales que se encuentran más habitualmente en el mercado. Sin embargo, son innegablemente bonitos y, lo que es más importante, están absolutamente deliciosos. Son una excelente base para la ensalada de huevo, como se ve arriba, y son ideales para cualquier otra cosa para la que se usen huevos de gallina normales. Y como ventaja añadida para los domésticos, si se dejan solos en sus cáscaras pueden proporcionar un centro de mesa lo suficientemente bonito como para hacer sonrojar a Martha Stewart.