Todos los países ponen límites a la capacidad de los no nacionales para entrar, vivir y trabajar en el país, e imponen sanciones a los que no cumplen con esos límites. Cuando un individuo quiere viajar a otro país -ya sea para un viaje de negocios, para tomar una asignación de trabajo en el extranjero, para estudiar o para vivir permanentemente- se enfrentará a las leyes de inmigración del país de destino. El trabajo del abogado de inmigración es ayudar a las personas, a sus familias y a sus empleadores a navegar por la compleja serie de normas, solicitudes y procedimientos gubernamentales que dictan el proceso de inmigración.
La ley de inmigración se divide en dos vías básicas: La inmigración basada en la familia es el proceso por el cual un individuo es patrocinado para la residencia permanente en un país extranjero por un cónyuge, padre u otro miembro de la familia que cumpla con los requisitos. La inmigración por negocios es el proceso por el cual un individuo puede obtener la residencia temporal o permanente en un país extranjero sobre la base de un empleo, un trabajo por cuenta propia o una inversión.
La práctica de la inmigración no se limita a la entrada de ciudadanos extranjeros en los Estados Unidos. Más bien, un bufete de inmigración de servicio completo tendrá experiencia en muchas jurisdicciones. Una de las facetas más importantes de la práctica es la capacidad de ayudar a las organizaciones multinacionales con la movilidad de su fuerza de trabajo global, ya sea para ayudar a un ejecutivo alemán a obtener el permiso para visitar China para una reunión de negocios crítica, o para ayudar cuando una empresa del Reino Unido quiere contratar a un científico líder de los Estados Unidos para dirigir sus esfuerzos de I&D.
La orientación de un abogado de inmigración es especialmente importante en el contexto del empleo. La mayoría de los países imponen estrictas restricciones a la capacidad de los no ciudadanos para trabajar, con el fin de proteger su mano de obra nativa. En muchos casos, una empresa que quiere contratar a un extranjero debe obtener autorización tanto de las autoridades de inmigración como de las laborales, un proceso complejo que requiere la mano segura de un abogado con experiencia en la práctica ante todos los organismos gubernamentales pertinentes.
El trabajo del abogado de inmigración no termina cuando se obtienen los visados y otras autorizaciones gubernamentales. Una vez que un individuo entra en un país extranjero, puede haber importantes responsabilidades de cumplimiento a las que se enfrentan él, los miembros de su familia y los empleadores, desde el registro con la policía local, los impuestos o las autoridades de la seguridad social hasta las obligaciones de información ante los organismos gubernamentales. El incumplimiento de estas responsabilidades puede suponer multas, sanciones y restricciones a los futuros viajes de una persona o a la capacidad de un empleador para patrocinar a otros ciudadanos extranjeros. El asesoramiento de un abogado de inmigración es fundamental durante toda la estancia de un individuo en el extranjero.
En nuestra economía global, la capacidad de moverse a través de las fronteras internacionales nunca ha sido más importante para los profesionales y sus empleadores – y el papel de los abogados de inmigración nunca ha sido más importante para la movilidad global.

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