Un nuevo estudio ha descubierto que el aumento de los síntomas de ansiedad y depresión podría estar relacionado con un incremento de las proteínas beta-amiloides, una característica distintiva de la enfermedad de Alzheimer.

Aprenda más sobre los trastornos de ansiedad, sus signos y síntomas, y por qué los investigadores creen que existe una relación entre ambas afecciones.

Signos y síntomas de los trastornos de ansiedad

Los trastornos de ansiedad afectan a casi 40 millones de adultos cada año en Estados Unidos. A diferencia de los sentimientos normales de ansiedad y nerviosismo, los trastornos de ansiedad son un grupo de enfermedades mentales y sus efectos pueden ser debilitantes e incapacitantes.

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Incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social y los miedos o fobias específicos.

Los síntomas de los trastornos de ansiedad pueden incluir:

  • Dolor de pecho
  • Tensión excesiva
  • Agotamiento o fatiga
  • Palpitaciones del corazón
  • Insomnio
  • Irritabilidad
  • Falta de concentración
  • Tensión muscular tensión
  • Ansiedad y miedo abrumadores
  • Latidos cardíacos rápidos
  • Temblores
  • Palmas sudorosas
  • Preocupación irreal

Aunque se desconoce la causa exacta de estos trastornos, se cree que el abuso en la infancia, el uso excesivo de cafeína o tabaco, los antecedentes familiares de ansiedad y la exposición prolongada a situaciones estresantes pueden desempeñar un papel en el desarrollo de los trastornos de ansiedad.

Si se detectan, los trastornos de ansiedad a menudo pueden controlarse mediante terapia cognitivo-conductual, cambios en el estilo de vida, medicación y terapias.

Síntomas de ansiedad vinculados a la enfermedad de Alzheimer

Un estudio publicado en The American Journal of Psychiatry ha descubierto que el aumento de los síntomas de ansiedad puede ser, de hecho, un síntoma temprano de la enfermedad de Alzheimer.

El estudio descubrió que, a medida que aumentaban los síntomas, también lo hacían los niveles de proteínas beta-amiloides, una característica distintiva del Alzheimer. La psiquiatra geriátrica y autora del estudio, Nancy Donovan, del Hospital Brigham and Women’s de Boston (Massachusetts), afirma: «En lugar de analizar la depresión como una puntuación total, nos fijamos en síntomas específicos como la ansiedad. En comparación con otros síntomas de la depresión, como la pérdida de interés o la tristeza, los síntomas de ansiedad aumentaron con el tiempo en aquellos con niveles más altos de beta amiloide en el cerebro».

El estudio evaluó los niveles de ansiedad y la salud cognitiva de 270 ancianos cognitivamente sanos durante un periodo de 1 a 5 años, una media de 3,8 años. Los individuos se sometieron a imágenes PET y a evaluaciones anuales mediante la Escala de Depresión Geriátrica (GDS). El estudio concluyó que una mayor cantidad de beta-amiloide se asociaba a un aumento de los síntomas ansioso-depresivos a lo largo del tiempo en ancianos cognitivamente sanos.

Los investigadores saben que aún queda mucho trabajo por hacer para comprender la relación entre la ansiedad y el Alzheimer. A falta de un biomarcador ampliamente utilizado para la detección precoz del Alzheimer, esperan que las pruebas de ansiedad puedan ser útiles para identificar a las personas con riesgo de padecer la enfermedad. Donovan admite que «no es un resultado definitivo, pero refuerza el argumento de que los cambios neuropsiquiátricos podrían estar asociados a este amiloide».

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