Louis Jolliet (1645-1700) fue un explorador, músico, hidrógrafo, comerciante de pieles y profesor canadiense. La hazaña más famosa en la carrera de este polifacético hombre fue la exploración del río Misisipi en 1673.

Se desconoce la fecha exacta de nacimiento de Louis Jolliet. Fue bautizado el 21 de septiembre de 1645 en la iglesia parroquial de Quebec. En 1656 ingresó en el colegio de los jesuitas de la ciudad de Quebec y comenzó los estudios clásicos que, se esperaba, le llevarían finalmente al sacerdocio. Tomó las órdenes menores en el verano de 1662. Durante este primer período de su vida, Jolliet se convirtió en un músico consumado, siendo el primer organista de la catedral de Quebec, donde tocó durante muchos años.

Jolliet aparentemente perdió su deseo de llevar una vida de religioso y se retiró del seminario en 1667. Tras un año en Francia, Jolliet decidió entrar en el comercio de pieles, ese imán de la juventud de Nueva Francia, y comenzó su carrera en el oeste. Dos años más tarde, el Conde de Frontenac, el nuevo gobernador, autorizó a Jolliet a emprender una exploración del Mississippi.

Este misterioso río ya era bien conocido, aunque de forma imprecisa, por muchos a través de los contactos con los indios. Se esperaba que condujera al «Mar del Sur» y al tan buscado paso a China. La misión precisa de Jolliet era descubrir en qué masa de agua desembocaba el río Misisipi. El gobierno no financió la empresa. Debía ser financiada, con suerte, por un grupo de particulares cuyo rendimiento provendría del comercio de pieles. Siguiendo sus instrucciones, Jolliet se dirigió a Michilimackinac para unir fuerzas con el padre Jacques Marquette, a quien se le había ordenado acompañar la expedición. Parte del grupo se quedaría en este asentamiento para dedicarse al comercio de pieles.

Exploración del Mississippi

En mayo de 1673 Jolliet, Marquette y otros cinco partieron en su gran aventura. Siguieron los ríos Fox y Wisconsin hasta el Misisipi. Durante el viaje hacia el sur, pasando por la confluencia del Missouri y luego del Ohio, se maravillaron con los paisajes desconocidos y las aves exóticas. El pequeño grupo se detuvo en el río Arkansas y no siguió adelante, disuadido por su desconfianza hacia los indios y su temor a los españoles.

Sin embargo, estaba claro que el río desembocaba en el Golfo de México y que la legendaria ruta hacia el «Mar del Sur» no era el Misisipi. El arduo viaje río arriba se realizó sin incidentes, y Jolliet pasó el invierno de 1673/1674 en Michilimackinac completando su bitácora y sus mapas. En la primavera partió hacia Quebec, pero su canoa volcó cuando estaba a punto de llegar a casa, y el precioso mapa y el cuaderno de bitácora se perdieron (un duplicado que quedó en Sainte-Marie fue destruido por un incendio).

Tras su regreso del oeste, Jolliet se casó en 1675 y se dedicó al comercio y a la venta de pieles a lo largo de la orilla norte del río San Lorenzo. Cuatro años más tarde, partió en otra misión, esta vez a la Bahía de Hudson. Se convenció de que si se dejaba a los ingleses el control indiscutible de la bahía, pronto dominarían todo el comercio de pieles de Canadá. Jolliet obtuvo entonces la isla de Anticosti, en el golfo de San Lorenzo, y durante varios años se convirtió en un próspero comerciante.

La última expedición importante de Jolliet se llevó a cabo en 1694, cuando cartografió la costa del Labrador, muy al norte, pero regresó decepcionado por las escasas perspectivas de comercio en la zona. A los 49 años, tras otro viaje a Francia, Jolliet inició una nueva carrera como profesor en el colegio de los jesuitas. En 1697 fue designado para ocupar el cargo de hidrógrafo y produjo muchos y excelentes mapas de navegación del río San Lorenzo y del Golfo. Murió en algún momento del verano de 1700.

Más lecturas

Casi todos los estudios de Jolliet están en francés. El mejor libro en inglés es Jean Delanglez, Life and Voyages of Louis Jolliet, 1645-1700 (1948). □

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