El lupus eritematoso sistémico (LES), más conocido como lupus, es una enfermedad autoinmune que afecta a todas las partes del cuerpo. Los pacientes con lupus tienen un sistema inmunitario hiperactivo que ataca sus propios tejidos corporales sanos. El lupus suele aparecer cuando la persona tiene entre 15 y 35 años, normalmente con síntomas de artritis, sarpullido, pérdida de cabello, sensibilidad al sol y problemas en los riñones y la sangre. La enfermedad es sutilmente diferente cuando aparece en personas de otros grupos de edad.

Debido a que, una vez que comienza, el LES permanece (puede controlarse pero no curarse), comprender los efectos del lupus en el cuerpo a lo largo del tiempo es esencial para que las personas diagnosticadas con la enfermedad puedan anticipar qué esperar a medida que envejecen. Sin embargo, el lupus es muy diverso: es difícil encontrar dos pacientes que experimenten la enfermedad de la misma manera. Por lo tanto, lo mejor es trabajar con su médico para revisar los detalles de su caso y ayudarle a comprender mejor la naturaleza de su enfermedad y cómo puede progresar con el tiempo.

Niños:

Los niños que desarrollan lupus antes de la adolescencia suelen tener una anomalía genética que les predispone a la enfermedad:

  • Síntomas – La afección en los niños muy pequeños tiende a ser algo más grave y a presentar síntomas más atípicos, como ganglios linfáticos muy agrandados.
  • Efectos del tratamiento – Una consideración importante es el efecto de los tratamientos del lupus en el organismo. Las dosis elevadas de corticoesteroides, en particular, pueden frenar el crecimiento y cambiar la apariencia.
  • Desarrollo social e intelectual – Los niños pequeños con lupus pueden experimentar retrasos en el crecimiento en estas áreas.

Adolescentes:

Los adolescentes con lupus tienen, por lo general, las mismas características del LES que aparecen en los adultos, modificadas por el hecho de ser adolescentes:

  • Complicaciones de la enfermedad renal: es más probable que los síntomas del lupus sean graves en los adolescentes; los adolescentes tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad renal que las personas de edad avanzada.
  • Efectos de vivir con una enfermedad crónica – Los adolescentes a menudo se preocupan por los efectos de tener una enfermedad crónica en su vida social, imagen corporal, bienestar emocional y competitividad en el atletismo y en la escuela.
  • Tratamientos alternativos – Los adolescentes también son más propensos a experimentar con tratamientos alternativos y medicamentos ilícitos que los adultos.

Adultos jóvenes (entre 18 y 35 años):

Los pacientes de este grupo de edad se enfrentan a muchas opciones de vida que pueden influir en la forma en que ellos y sus médicos abordarán el tratamiento:

  • Fertilidad y anticoncepción – Es importante programar los embarazos cuando el lupus está relativamente tranquilo. Las mujeres deben preguntar a su médico qué métodos anticonceptivos son seguros y eficaces.
  • Paternidad – Las mujeres con lupus deberán coordinar su atención con especialistas en medicina materno-fetal para minimizar las posibles complicaciones del embarazo. También querrán equilibrar las exigencias físicas del cuidado de los niños con la necesidad de controlar eficazmente sus síntomas.
  • Carrera – A veces los síntomas del lupus pueden ser lo suficientemente debilitantes como para requerir adaptaciones en el trabajo. Estas adaptaciones pueden incluir el permiso para trabajar desde casa o tener un horario de trabajo flexible durante los períodos de fatiga por lupus.
  • Otros hitos de la vida – Estar enfermo complica el matrimonio, el cuidado de los niños pequeños o de los padres mayores, y otras relaciones. Tener que lidiar con estas tensiones puede aumentar la fatiga y reducir la capacidad de cuidarse a sí mismo.

Personas mayores:

El lupus que aparece al final de la edad adulta suele ser más leve que el que experimentan los adultos más jóvenes y, por lo general, no implica problemas con los riñones. Sin embargo, los efectos del envejecimiento en el organismo suelen desempeñar un papel mucho más importante a la hora de determinar el tratamiento adecuado. Entre los aspectos de salud que su médico tendrá en cuenta están los antecedentes de:

  • Osteoartritis
  • Diabetes
  • Hipertensión
  • Cáncer de mama o de próstata

El tratamiento de las personas mayores también depende en parte de cuestiones sociales y económicas, como los costes de la asistencia sanitaria, los cuidadores y la jubilación, la disponibilidad de cuidadores y el nivel de discapacidad.

Para obtener información sobre este tema y otros, visite la página del Centro de Excelencia de Lupus y APS del HSS.

Michael D. Lockshin es el director del Centro Barbara Volcker para Mujeres y Enfermedades Reumáticas del HSS. Es autor de casi 300 artículos de investigación, capítulos de libros y libros, la mayoría sobre el tema del lupus, el embarazo, el síndrome antifosfolípido y las diferencias de sexo en la enfermedad.

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