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Fundado en 1939 por Manuel Gómez Morán, el Partido de Acción Nacional (PAN) fue el primer partido de verdadera oposición que se desarrolló en México. El PAN surgió como una reacción conservadora contra las nacionalizaciones y confiscaciones de tierras llevadas a cabo por el gobierno de Cárdenas durante la década de 1930. El PAN se asemejaba a un partido demócrata cristiano estándar, y su apoyo inicial procedía principalmente de la Iglesia católica, el sector empresarial y otros grupos alienados por las reformas populistas de izquierdas del gobierno de Cárdenas. Aunque el PAN es mucho más conservador que el PRI en cuestiones sociales, desde mediados de la década de 1980 el programa económico del PAN ha sido casi indistinguible del de los gobiernos del PRI a los que ha intentado suplantar.
El PAN ha favorecido tradicionalmente un papel limitado del gobierno en la economía, una orientación que ha sido adoptada por el PRI durante los últimos quince años bajo los presidentes de la Madrid, Salinas y Zedillo. Históricamente, el PAN también ha hecho campaña a favor de la división de los ejidos comunales en parcelas de propiedad individual. En 1992, el gobierno de Salinas introdujo reformas radicales a la ley de tenencia de la tierra que permitieron a los ejidatarios vender sus parcelas y consolidar sus propiedades (véase Sociedad Rural, cap. 2). Esta convergencia de los programas económicos del PRI y del PAN animó a la delegación del PAN en el Congreso a trabajar estrechamente con la administración de Salinas para aprobar las amplias reformas económicas del gobierno. En un esfuerzo por distanciarse del PRI, a mediados de la década de 1990, el PAN ha enfatizado temas como la necesidad de democratización, la erradicación de la corrupción gubernamental y reformas electorales adicionales.
Tradicionalmente, el PAN ha tenido un fuerte apoyo en las regiones más ricas y urbanizadas del norte y el centro del país, particularmente en el Distrito Federal, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Sonora. Los efectos de las victorias del PAN en el norte del país desde la década de 1980 son muy significativos, particularmente en los estados de Baja California Norte, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sinaloa y Sonora. El PAN también ha mostrado su fuerza política en los estados de Guanajuato, Jalisco y Yucatán. El PAN ganó las gobernaciones y las mayorías parlamentarias en Baja California Norte y Chihuahua durante el gobierno de Salinas, y el congreso local del estado de Guanajuato dio una tercera gobernación al PAN después de unas elecciones estatales plagadas de irregularidades. La mayor desventaja del PAN ha sido su falta de atractivo para los grupos obreros y campesinos urbanos.
El PAN ha presentado un candidato en todas las elecciones presidenciales desde 1946, con la excepción de 1976, cuando su dirección no pudo llegar a un consenso sobre un candidato. Siempre ha sido la principal oposición al PRI, aunque en la elección presidencial de 1988 su candidato presidencial, Manuel Clouthier, quedó en tercer lugar tras Salinas y Cárdenas. Para 1992 el PAN controlaba más de 100 gobiernos municipales, además de las tres gubernaturas. Con Diego Fernández de Cevallos como candidato y «por un México sin mentiras» como lema de campaña, el PAN obtuvo un cómodo segundo lugar en la carrera presidencial de 1994. El segundo lugar consolidó el papel del PAN como la principal fuerza política de oposición en el país.
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