¿Recuerdas cuando la noche del sábado era la más importante de la semana? Lo más probable es que a las 7:01 de un sábado por la noche de hace 30 años estuviera ocupado comenzando el ritual de hora y media de prepararme para una noche de fiesta y diversión con mis amigos. Después de esas locas noches de sábado, el domingo pasaba en medio de una bruma de resaca.
Todo lo que puedo decir es que, gracias a Dios, he espabilado y esos días han quedado atrás. Hoy en día prefiero una noche tranquila en casa, quizá con un par de copas de vino, un libro en la mano, viendo una película con una gran tarrina de palomitas, o dándole vueltas al portátil. A veces vienen amigos a casa, o salimos a cenar, pero normalmente a las 11 de la noche ya estamos metidos en la cama descansando para la agenda completa del domingo.
Me encantan estas noches de sábado. Están hechas para recargarse para la semana que viene. Esas locas noches de sábado del pasado es mejor dejarlas en el pasado como un recuerdo no siempre tan agradable. Están pensados para los jóvenes, los solteros y los que aún no han encontrado lo que es la verdadera felicidad.
Admitiré que a veces añoro esos días en los que la vida era despreocupada y lo principal era preocuparse por qué cerveza beber o qué ropa ponerse. Más que nada porque anhelo volver a hacerlo. No puedo evitar sentir que muchos de esos días fueron un desperdicio. Un desperdicio de una educación de 2 años después de la escuela secundaria. un desperdicio de dinero gastado en el bar, un desperdicio de muchas relaciones autodestructivas.
Entonces recuerdo que TODAS nuestras experiencias en la vida dan forma a cómo somos hoy. Sacamos lecciones de cada experiencia y aprendemos de ellas. Había muchas lecciones que aprender de esos primeros días. Algunas tardaron años en asimilarse, pero finalmente lo hicieron.
Por eso me encantan mis sábados por la noche de hoy. Tranquilos, sin estrés y pasados en casa con el maridito, el perro y el gato. ¿Aburrido? Quizás, pero aburrido está bien para mí.
¿Quién por ahí está de acuerdo conmigo?
xxoo
Lori
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