Este artículo explica los fundamentos para medir la temperatura corporal y describe el procedimiento de uso de un termómetro timpánico

Abstract

Las enfermeras necesitan saber cómo medir la temperatura corporal de forma precisa y fiable, ya que las lecturas son una parte vital de una evaluación holística del paciente y pueden informar las decisiones de tratamiento. En este artículo se exponen los fundamentos del registro de la temperatura corporal y se describe el procedimiento para medir la temperatura con un termómetro timpánico, que se utiliza con frecuencia en la práctica clínica.

Citación: Jevon P (2020) Medición de la temperatura corporal utilizando un termómetro timpánico. Nursing Times ; 116, 10: 48-50.

Autor: Phil Jevon es tutor de la academia, Manor Hospital, Walsall, y profesor clínico honorario, Escuela de Medicina, Universidad de Birmingham.

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Introducción

La temperatura corporal es una de las observaciones fisiológicas clave que debe registrarse cuando un paciente ingresa en el hospital, y controlarse periódicamente según sea clínicamente apropiado. Los cambios leves en la temperatura corporal pueden ser una indicación de enfermedad aguda y son un componente importante de la Puntuación Nacional de Alerta Temprana 2 (NEWS2) (Royal College of Physicians, 2017).

Los enfermeros deben saber cómo medir la temperatura corporal de forma precisa y fiable, ya que los resultados inexactos pueden influir en el diagnóstico y el tratamiento, conducir a un fracaso en la identificación del deterioro del paciente y comprometer la seguridad del paciente (McCallum y Higgins, 2012). Por lo tanto, es importante que el personal de enfermería entienda el significado de las lecturas de temperatura anormales y, cuando delegue esta tarea en personal no registrado, se asegure de que son competentes y saben cuándo informar de las preocupaciones.

Regulación de la temperatura corporal

La temperatura del cuerpo está regulada por el centro termorregulador en el hipotálamo a través de varios mecanismos fisiológicos como la sudoración, la dilatación/constricción de los vasos sanguíneos periféricos y el escalofrío (Waugh y Grant, 2018). La temperatura corporal sube y baja en función de los aumentos y disminuciones de la tasa metabólica. El calor se libera durante los períodos de mayor actividad metabólica, como la actividad del músculo esquelético, el hígado y los órganos digestivos. Los escalofríos -una actividad muscular repetitiva- aumentan la producción de calor cuando existe la posibilidad de que la temperatura corporal descienda por debajo de lo normal.

El calor se pierde del cuerpo de cuatro maneras:

  • Radiación -movimiento del calor desde las partes expuestas del cuerpo con una temperatura más alta hacia el entorno con una temperatura más baja. Este es el mecanismo más común de pérdida de calor;
  • Convección – transferencia de calor del cuerpo por flujo o movimiento de aire, como sentarse frente a un ventilador;
  • Conducción – transferencia de calor debido al contacto directo con superficies más frías, como acostarse sobre una superficie fría;
  • Evaporación – sudoración (Waugh y Grant, 2018).

Valores normales

La temperatura corporal representa el equilibrio entre la producción y la pérdida de calor, y en general se acepta que una temperatura corporal normal es de 36,9 °C, la temperatura óptima necesaria para mantener la actividad enzimática necesaria para el metabolismo. Sin embargo, en la salud, puede oscilar entre 36,0-37,5°C (Dougherty y Lister, 2015), y pueden producirse ligeros aumentos por la noche, durante el ejercicio y en las mujeres tras la ovulación (Waugh y Grant, 2018). El recuadro 1 resume los términos utilizados para describir la temperatura corporal.

Cuadro 1. Términos para la monitorización y notificación de la temperatura

  • Temperatura corporal normal: 36,1-37,5°C (Dougherty y Lister, 2015)
  • Pirexia: temperatura corporal por encima de la variación diaria normal (National Institute for Health and Care Excellence, 2007). Dougherty y Lister (2015) describen la pirexia de bajo grado como una temperatura superior a la normal y de hasta 38°C
  • Hiperpirexia: temperatura >40°C (Dougherty y Lister, 2015)
  • Fiebre: aumento anormal de la temperatura corporal, normalmente acompañado de escalofríos, dolor de cabeza y, si es grave, delirio
  • Hipertermia maligna: aumento rápido de la temperatura hasta un nivel peligroso (normalmente 41-45°C). Se trata de una afección poco frecuente, generalmente desencadenada por los fármacos anestésicos y causada por un aumento de la tasa metabólica, que es impulsada por un aumento de los niveles de calcio intracelular en el músculo (Bit.ly/EGMHyperthermia)
  • Hipotermia: temperatura <36.1°C

NEWS2

NEWS2 se basa en un sencillo sistema de puntuación agregada en el que se asigna una puntuación a las mediciones de los signos fisiológicos, incluida la temperatura; los otros signos son la frecuencia respiratoria, la saturación de oxígeno, la presión arterial sistólica, la frecuencia del pulso y el nivel de conciencia o nueva confusión (RCP, 2017). Las lecturas anormales de la temperatura fuera del rango de 36,0-38,0°C (RCP, 2017) son un hallazgo significativo, lo que provoca un aumento de la frecuencia de la monitorización, así como la respuesta de una enfermera registrada (Tabla 1).

Causas de pirexia

Hay muchas causas de pirexia que incluyen:

  • Infección;
  • Temperatura ambiental elevada – el calor y la humedad del ambiente pueden reducir la cantidad de calor que se pierde a través de la piel;
  • Drogas – los derivados de las anfetaminas, como la metilendioximetanfetamina (MDMA o «éxtasis») y los fármacos anestésicos, pueden causar hiperpirexia maligna;
  • Ataque que implique una lesión del hipotálamo;
  • Parada cardíaca: la pirexia es frecuente en las primeras 48 horas tras la parada cardíaca (Nolan et al, 2015);
  • Aumento de la actividad muscular tras un ejercicio extenuante o durante convulsiones prolongadas;
  • Trastornos endocrinos, por ejemplo, tormenta tiroidea;
  • Infarto de miocardio cuando hay una respuesta inflamatoria al daño del músculo cardíaco.

A veces, los pacientes presentan una pirexia de origen desconocido; se trata de una temperatura corporal constantemente elevada >37,5°C durante más de dos semanas sin diagnóstico, a pesar de las investigaciones.

Sepsis y temperatura

Existe una idea errónea de que los pacientes con sepsis siempre presentarán una pirexia. Por ejemplo, en los adultos, una temperatura de <36,o°C se considera una alerta de bandera ámbar en un paciente que se sospecha que tiene sepsis y esto requiere una rápida revisión.

En los niños <5 años que tienen un diagnóstico sospechoso de sepsis, una temperatura <36,0°C se considera un signo de alerta de bandera roja.

Causas de la hipotermia

Hay muchas causas de hipotermia que incluyen:

  • La exposición a un entorno frío, por ejemplo la inmersión en agua fría;
  • Enfermedades subyacentes como el hipotiroidismo, la encefalopatía hepática y el accidente cerebrovascular;
  • Factores sociales, como un alojamiento deficiente/calefacción inadecuada, la desnutrición o el abuso del alcohol;
  • Quemaduras, que pueden provocar una pérdida excesiva de calor.

Los niños (debido a la inmadurez de sus sistemas de regulación) y las personas mayores (debido a la alteración de sus mecanismos de termorregulación) corren el riesgo de desarrollar hipotermia.

A veces se puede inducir la hipotermia durante ciertos tipos de cirugía cardíaca cuando se utiliza para proteger el cerebro de los períodos de bajo flujo sanguíneo. La gestión de la temperatura dirigida (antes llamada hipotermia terapéutica) utilizada tras una parada cardiopulmonar, cuando el paciente permanece en coma para proteger el cerebro del bajo flujo sanguíneo, es cada vez más común (Nolan et al, 2015).

Medir la temperatura

Las indicaciones para medir la temperatura corporal incluyen:

  • Observación de referencia al ingreso/primera consulta y como parte de la evaluación NEWS2;
  • Observaciones rutinarias junto a la cama, y otros signos vitales, para ayudar a la detección temprana de la enfermedad aguda y el deterioro;
  • Observaciones asociadas a una transfusión de productos sanguíneos para detectar signos de reacción a la transfusión;
  • Evaluación en la enfermedad aguda como parte del enfoque ABCDE. Las enfermeras deben comprobar manualmente la temperatura de la piel como parte de la evaluación de la circulación (C) -las periferias frías podrían indicar un shock circulatorio- y medir la temperatura corporal como parte de la exposición (E);
  • Como parte de la evaluación NEWS2.

Frecuencia de las mediciones

El Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Asistencial (2007) recomienda que a los pacientes adultos en hospitales de agudos se les registren las observaciones fisiológicas, incluida la temperatura corporal, en la evaluación inicial o en el ingreso y, posteriormente, se les controle al menos cada 12 horas, a menos que se haya tomado una decisión a nivel superior para aumentar o disminuir la frecuencia de la monitorización.

Métodos para medir la temperatura corporal

Los métodos para medir la temperatura corporal incluyen:

  • Termómetro timpánico – utilizado habitualmente en la práctica clínica (Fig 1);
  • Termómetro de punto químico de un solo uso – utilizado habitualmente con lactantes y niños pequeños;
  • Termómetro rectal – utilizado frecuentemente cuando se sospecha hipotermia;
  • Sondas esofágicas/nasofaríngeas, sonda vesical o sonda arterial pulmonar: métodos fiables, pero generalmente sólo se utilizan en las unidades de cuidados críticos.

Los termómetros químicos para la frente no son fiables y no deben ser utilizados por los profesionales de la salud (NICE, 2019).

Se debe utilizar el mismo sitio para las mediciones consecutivas de la temperatura y documentarlas, ya que cambiar de sitio puede producir lecturas difíciles de interpretar (Jevon y Joshi, 2020).

Medición de la temperatura timpánica

La membrana timpánica comparte la misma irrigación sanguínea carotídea que el hipotálamo: la medición de la temperatura de la membrana timpánica y, por tanto, refleja la temperatura central (Jevon y Joshi, 2020).

Hay que tener cuidado al utilizar el termómetro timpánico, ya que una técnica deficiente puede hacer que la medición sea inexacta. Las diferencias de temperatura entre la abertura del canal auditivo y la membrana timpánica pueden ser de hasta 2,8 °C (Jevon y Joshi, 2020).

Para garantizar la precisión de las mediciones de temperatura, la sonda del termómetro timpánico debe colocarse de forma que quede bien ajustada en el canal auditivo. Esto evitará que el aire ambiental en la apertura del canal auditivo entre en él, lo que resultará en una falsa medición de la temperatura baja. El tamaño del meato acústico externo (canal auditivo), la presencia de cerumen (cera del oído), la técnica del operador y la posición del paciente pueden afectar a la precisión de la medición.

Arslan et al (2011) descubrieron que las lecturas realizadas con un termómetro timpánico en pacientes que habían estado tumbados sobre un oído eran significativamente más altas en ese oído que en el oído expuesto. En el estudio participaron 68 jóvenes sanos que no presentaban signos de secreción o infección del oído o del tracto respiratorio superior. Dougherty y Lister (2015) sugieren que los pacientes no deben acostarse de lado durante 20 minutos antes de que se les mida la temperatura con un termómetro timpánico.

Prevención de infecciones

El termómetro es una herramienta importante para la evaluación clínica, pero puede contaminarse con microorganismos. La adhesión a las políticas locales de prevención y control de infecciones, incluida la limpieza del equipo, es esencial. No se requieren guantes no estériles de forma rutinaria para este procedimiento. El personal de enfermería debe evaluar a cada uno de los pacientes para determinar el riesgo de exposición a sangre y fluidos corporales (Royal College of Nursing, 2020) y conocer las políticas locales sobre el uso de guantes.

Procedimiento en el que se utiliza un termómetro timpánico electrónico

Equipo:

  • Termómetro timpánico electrónico que se ha limpiado y mantenido de acuerdo con la política local;
  • Limpiar la punta de la sonda desechable;
  • Bolsa de residuos.
  1. Descontaminar las manos y montar el equipo.
  2. Preséntese al paciente, explíquele el procedimiento y obtenga su consentimiento.
  3. Asegúrese de qué oído se utilizó para las lecturas anteriores y utilice el mismo oído para las lecturas posteriores.
  4. Asegúrese de que el paciente está en una posición cómoda.
  5. Descontamine las manos.
  6. Inspeccione el conducto auditivo para detectar cualquier problema que pueda afectar a la precisión de la lectura, incluida la presencia de cerumen, secreciones del oído y cuerpos extraños. Si identifica algún problema, seleccione otro lugar y documente e informe de sus preocupaciones.
  7. Encienda el termómetro electrónico y coloque una nueva punta de sonda siguiendo las recomendaciones del fabricante (Fig. 2a).
  8. Tire suavemente del pabellón de la oreja hacia arriba y hacia atrás (Fig. 2b).
  9. Inserte el termómetro en el meato acústico externo y asegúrese de que queda bien ajustado (Fig. 2c).
  10. Presione el botón del dispositivo para medir la temperatura y aparecerá una lectura.
  11. Retire el termómetro del canal auditivo y deseche la punta de la sonda en la bolsa de residuos.
  12. Asegúrese de que el paciente está cómodo y descontamine sus manos.
  13. Documente la lectura, incluyendo la fecha y la hora, y el lugar donde se tomó la lectura. Si se está utilizando NEWS2, calcule la puntuación una vez que se hayan completado otras observaciones y regístrela en el gráfico de NEWS o en el dispositivo portátil. Si es necesario, asegúrese de que se siguen los protocolos locales para la intensificación.
  14. Asegúrese de que el termómetro timpánico electrónico se limpia y almacena de acuerdo con las directrices del fabricante.

Responsabilidades de los profesionales

Este procedimiento debe llevarse a cabo sólo después de una formación aprobada, una práctica supervisada y una evaluación de la competencia, y llevarse a cabo de acuerdo con las políticas y protocolos locales.


Arslan GG et al (2011) Análisis del efecto de acostarse sobre la oreja en la medición de la temperatura corporal utilizando un termómetro timpánico. Journal of the Pakistan Medical Association; 61: 11, 1065-1068.
Dougherty L, Lister S (2015) The Royal Marsden Manual of Clinical Nursing Procedures. Wiley-Blackwell.
Jevon P, Joshi R (2020) Procedural Skills. Wiley.
McCallum L, Higgins D (2012) Measuring body temperature. Nursing Times ; 108: 45, 20-22.
Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia en el Cuidado (2019) Fiebre en menores de 5 años: Assessment and Initial Management. Londres: NICE.
National Institute for Health and Care Excellence (2007) Acutely Ill Adults in Hospital: Recognising and Responding to Deterioration. NICE.
Nolan J et al (2015) Guidelines: Post Resuscitation Care. Londres: Resuscitation Council UK.
Royal College of Nursing (2018) Tools of the Trade: Guidance for Health Care Staff on Glove Use and the Prevention of Work-Related Dermatitis. RCN
Royal College of Physicians (2017) National Early Warning Score (NEWS) 2: Standardising the Assessment of Acute-illness Severity in the NHS. Londres: RCP.
Waugh A, Grant A (2018) Anatomía y fisiología de Ross y Wilson en la salud y la enfermedad. Elsevier.

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