Minería de placeres, antiguo método de utilizar el agua para excavar, transportar, concentrar y recuperar minerales pesados de depósitos aluviales o de placeres. Ejemplos de yacimientos explotados mediante esta técnica son las arenas y gravas auríferas que se asientan en los arroyos y ríos de corriente rápida en los puntos en los que la corriente se ralentiza. La minería de placer aprovecha la alta densidad del oro, que hace que se hunda más rápidamente en el agua en movimiento que los materiales silíceos más ligeros con los que se encuentra. Aunque los principios básicos de la minería de placer no han variado desde los primeros tiempos, los métodos han mejorado considerablemente.
El «panning», utilizado por los mineros durante las grandes huelgas de oro del siglo XIX, empleaba una batea en la que se colocaban unos puñados de tierra o grava con oro y una gran cantidad de agua. Removiendo el contenido de la batea, el minero lavaba el material más ligero por el lado, dejando el oro y los materiales pesados atrás.
Una mejora de la batea fue el balancín, o cuna, llamado así por su parecido con la cuna de un niño. Al ser sacudida, tamizaba grandes cantidades de mineral. La grava se colocaba en una placa de hierro perforada y se vertía agua sobre ella, lo que hacía que el material más fino cayera a través de las perforaciones y sobre un delantal que lo distribuía por los canales. El delantal distribuía el material a través de piezas de madera o hierro rifeadas y perpendiculares al fondo y a los lados de la cuna. A medida que el material se movía a través de la cuna, el oro quedaba atrapado en las rejillas, para ser retirado posteriormente.
En los métodos de esclusa o de extracción hidráulica, se utiliza una canaleta de madera ligeramente inclinada, llamada esclusa de caja, o una zanja cortada en grava dura o roca, llamada esclusa de tierra, como canal a lo largo del cual la grava aurífera es arrastrada por una corriente de agua. Las rejillas colocadas transversalmente a lo largo del fondo de la esclusa hacen que el agua se arremoline en pequeñas cuencas, retrasando la corriente para que el oro pueda asentarse y quedar atrapado.
A principios del siglo XX, el dragado se convirtió en el método más importante de extracción de depósitos aluviales. En particular, se utiliza en todo el mundo el dragado con escalera de cangilones, que se caracteriza por una cadena continua de cangilones que giran alrededor de un marco rígido ajustable llamado escalera. Un método posterior, conocido como dragado de pradera, permite explotar los depósitos aluviales incluso cuando no son adyacentes a un río. En este método, la draga flota en su propio estanque, que se amplía continuamente excavando en un extremo mientras se rellena simultáneamente en el otro con residuos, o relaves.
Los minerales típicos que se recuperan mediante la minería aluvial son el oro, el platino, el estaño, los diamantes, las arenas de hierro titaníferas y ferrosas, y cantidades menores de cromita, scheelita, columbita, monzonita, piedras preciosas y abrasivos.