Aunque no tenga síntomas, podría tener una buena razón para someterse a una prueba de detección de una o más infecciones de transmisión sexual (ITS).
En particular, si ha mantenido relaciones sexuales de alto riesgo, sin preservativo o si el preservativo se ha roto, o si cree que ha realizado cualquier otra actividad o comportamiento que parezca de riesgo, debería hacerse la prueba.
Los periodos recomendados entre la realización de la actividad de riesgo y la realización de las pruebas de las ITS más comunes son los siguientes:
* En el caso del herpes, las tasas más altas de confirmación e identificación resultan de los cultivos realizados en las primeras 24-48 horas después de la aparición de las llagas herpéticas, incluso más cuando las lesiones están todavía intactas. Sin embargo, se puede realizar una serología (análisis de sangre) entre 8 y 12 semanas después de la actividad de riesgo. Para leer más sobre el herpes…
** En el caso del VPH, la incubación suele durar aproximadamente de uno a ocho meses, aunque se han observado periodos mucho más largos, de hasta varios años o incluso décadas.
Ciertas personas pueden contraer el VPH, pero su organismo lo combate eficazmente y no muestran síntomas. Estas personas no saben que son portadoras del virus, y sólo desarrollan lesiones cuando su sistema inmunitario se debilita por la edad, la enfermedad o el tratamiento médico. En consecuencia, es difícil saber cuándo y de quién adquirió el VPH. Para leer más sobre el VPH y los condilomas…
En general, se recomienda que cualquier persona que mantenga relaciones sexuales se someta a una prueba al menos una vez al año, o más dependiendo de sus factores de riesgo. Su médico puede ayudarle a evaluar estos factores de riesgo y determinar con usted la frecuencia de las revisiones, por ejemplo, cada seis meses, cada tres meses, etc.