Al editor: En este artículo, el Dr. Heidelbaugh describe un perfil lipídico en ayunas como la prueba de detección preferida para evaluar el riesgo cardiovascular. Esto no es correcto y debería actualizarse para reflejar las orientaciones actuales. Las muestras en ayunas son más cómodas para los pacientes, y no hay ninguna diferencia apreciable entre los resultados en ayunas y en no ayunas para el colesterol total o el colesterol de lipoproteínas de alta densidad. Dado que estos son los parámetros que se utilizan para evaluar el riesgo cardiovascular, un perfil lipídico en ayunas no debería llamarse «preferido».

El artículo cita la guía del Panel Nacional de Educación sobre el Colesterol de 2001 y la guía del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos sobre el uso de estatinas para la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares de 2016. El artículo reconoce que el colesterol total y el colesterol de lipoproteínas de alta densidad sin ayuno son suficientes para utilizar la mayoría de las calculadoras de riesgo cardiovascular, pero el artículo es claro tanto en el texto como en la Tabla 3 que se prefiere el ayuno. Las recomendaciones del National Institute for Health and Care Excellence,1 la Canadian Cardiovascular Society,2 y el American College of Cardiology/American Heart Association3 consideran que una prueba sin ayuno es una alternativa igual a una prueba en ayunas para el cribado, a menos que se sepa que el paciente tiene los triglicéridos significativamente elevados. No pude encontrar ningún apoyo en la directriz del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos de 2016 para la afirmación de que se prefiere el ayuno.4

No pude evitar que me llamara la atención la ironía de que en el mismo número de American Family Physician se publicara un editorial sobre la lenta adopción de la práctica basada en la evidencia.5 Los autores citaron el uso continuado de los perfiles lipídicos en ayunas, en lugar de las pruebas sin ayuno, como uno de los ejemplos de cambios en la práctica que no se han adoptado ampliamente. Señalan que «la medición de los lípidos en ayunas es un predictor más preciso del riesgo cardiovascular».5 Su editorial no podría haber sido más oportuno.

Alan M. Ehrlich, MD, FAAFP

Ipswich, Mass.

Correo electrónico: [email protected]

Declaración del autor: No hay afiliaciones financieras relevantes.

Mostrar todas las referencias

1. Centro Nacional de Directrices Clínicas (Reino Unido) Modificación de los lípidos: evaluación del riesgo cardiovascular y modificación de los lípidos sanguíneos para la prevención primaria y secundaria de las enfermedades cardiovasculares. Guía clínica del NICE nº. 181 Consultado el 17 de enero de 2019. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK248067/…

2. Anderson TJ, Grégoire J, Pearson GJ, et al. 2016 Canadian Cardiovascular Society guidelines for the management of dyslipidemia for the prevention of cardiovascular disease in the adult. Can J Cardiol. 2016;32(11):1263-1282.

3. Grundy SM, Stone NJ, Bailey AL, et al. Guía de la AHA/ACC/AACVPR/AAPA/ABC/ACPM/ADA/AGS/APHA/ASPC/NLA/PCNA sobre el manejo del colesterol sanguíneo: un informe del Grupo de Trabajo sobre Guías de Práctica Clínica del Colegio Americano de Cardiología/Asociación Americana del Corazón. J Am Coll Cardiol. 2018:S0735-S1097.

4. Bibbins-Domingo K, Grossman DC, Curry SJ, et al. Uso de estatinas para la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares en adultos: Declaración de recomendación de la U.S. Preventive Services Task Force. JAMA. 2016;316(19):1997–2007.

5. Ebell MH, Shaughnessy AF, Slawson DC. Por qué somos tan lentos en adoptar algunas prácticas basadas en la evidencia? Am Fam Physician. 2018;98(12):709-710.

admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

lg