La asombrosa cifra de cien mil personas al año mueren por reacciones a medicamentos recetados. (1) Esa cifra no incluye las drogas ilegales o recreativas, y sólo se refiere a los medicamentos farmacéuticos que fueron prescritos legal y correctamente, y tomados según las indicaciones. De hecho, la FDA informa de que cada año se producen más de 2 millones de reacciones adversas graves a los medicamentos, lo que hace que las RAM (reacciones adversas a los medicamentos) sean, junto con los accidentes cerebrovasculares (2), la cuarta causa de muerte, por delante de las enfermedades pulmonares, la diabetes, el sida, la neumonía, los accidentes y las muertes por accidentes de tráfico. (1)

En 2013, tres profesores -uno de ellos de la Universidad de Harvard, otro de la Facultad de Medicina de Harvard y otro de la Universidad de York- publicaron un artículo revisado por expertos sobre el mito de los medicamentos seguros y eficaces. Esta fue su sorprendente e inquietante conclusión:

Durante los últimos 35 años, los pacientes han sufrido una epidemia, en gran medida oculta, de efectos secundarios de medicamentos que suelen tener pocos beneficios compensatorios. La industria farmacéutica ha corrompido la práctica de la medicina a través de su influencia sobre qué medicamentos se desarrollan, cómo se prueban y cómo se crea el conocimiento médico. Desde 1906, la fuerte influencia comercial ha comprometido la legislación del Congreso para proteger al público de los medicamentos inseguros. (3)

Debido a estadísticas inquietantes como éstas, ha habido una tremenda demanda impulsada por los consumidores de una alternativa, de una medicina que sea natural, no tóxica y no invasiva. Según los NIH (Institutos Nacionales de la Salud), el 38% de los adultos -alrededor de 4 de cada 10- y el 12% de los niños buscan y utilizan algún tipo de prácticas y productos sanitarios que no se consideran generalmente parte de la medicina convencional. (4)

Entre los médicos naturistas.
La principal diferencia entre el enfoque del médico naturista y el de los médicos con formación convencional es que a los ND se les enseña a utilizar métodos que se basan en la extraordinaria capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo. El médico naturista de hoy en día no recurre a los fármacos para suprimir los síntomas, sino que busca formas de apoyar la curación natural del cuerpo mediante el uso de una astuta perspicacia clínica y de modalidades como las modificaciones nutricionales, las intervenciones en el estilo de vida, la medicina botánica estudiada clínicamente, el apoyo nutricional médico en dosis adecuadas, la acupuntura y otras terapias no tóxicas.
Una variedad de profesionales -con una amplia gama de experiencia, formación, certificación y competencia general- ejercen bajo el paraguas de la «medicina natural», lo que ha dificultado y confundido a los consumidores. Los médicos naturistas licenciados son graduados de escuelas de medicina naturista acreditadas de cuatro años con requisitos de admisión comparables a los de otras escuelas de medicina. Estudian las ciencias biomédicas -cardiología, neurología, radiología, obstetricia, ginecología, inmunología, dermatología y pediatría- y reciben formación en diagnóstico clínico, de laboratorio y físico. También estudian nutrición clínica, botánica, asesoramiento, gestión del estrés y medicina física. Los médicos naturópatas no son necesariamente «antifarmacéuticos» – pero son cautelosos cuando se trata de usar medicamentos, y siempre intentarán usar los métodos menos invasivos tanto para diagnosticar como para tratar
Una de las principales razones por las que existe este sitio web es para hacer posible que las personas que buscan una alternativa a la medicina convencional encuentren profesionales que han pasado rigurosos exámenes de la junta en medicina naturópata, y están autorizados a practicar la medicina naturópata en su estado.

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